Euskadi cuenta ya con 1.466 desfibriladores automáticos instalados, de los que 240 están en Álava. En los dos últimos años se han triplicado estos aparatos en Euskadi.
En 2016, 33 desfibriladores automáticos, ajenos a la red de soporte vital básico (SVB), fueron usados por personal no sanitario, mientras que en 2015 se usaron en 11 ocasiones.
Precisamente, promover el uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario para salvar vidas es el principal objetivo del decreto de 2015 que surgió de la concienciación social ante el problema de la muerte súbita y de la determinación y el interés del Gobierno Vasco por este problema de salud, que, con los criterios establecidos en la normativa vasca, hace que Euskadi sea una de las CCAA con mayor número de desfibriladores y se sitúe entre las que más ha aumentado su número.
De este modo, Álava cuenta con desfibriladores instalados en grandes establecimientos públicos y comerciales, aeropuertos, estaciones de autobuses y tren, instalaciones deportivas y de espectáculos y centros educativos. Estos aparatos pueden ser utilizados por personal ajeno a la profesión sanitaria lo que ayudará a aumentar las expectativas de supervivencia de una persona, en caso de parada cardiorrespiratoria, mientras llegan los servicios de emergencias.
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