Aumentan las agresiones en psiquiatría infantil de Santiago

22 mayo, 2017

La falta de espacio y de personal ha provocado tres roturas de pared en las últimas semanas

hospital santiago vitoria El Sindicato de Enfermería de Álava ha denunciado las precarias condiciones estructurales de la unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil de la OSI Araba. Esta unidad, en la que se atienden a personas de 8 a 18 años, no dispone de las características adecuadas en cuanto a espacio y ubicación, y pone en peligro la integridad tanto de los pacientes como del personal de servicio: “En los últimos días hemos vivido tres roturas de pared e incluso hemos tenido que sacar la cama de un paciente al pasillo, a dormir, para poder aislar a su compañero”, denuncia el personal de la unidad.

Ante estas declaraciones la dirección de Osakidetza ha acusado a SATSE de "irresponsabilidad y de intentar generar alarmismo en la opinión pública alavesa distorsionando cuando no falseando la realidad en torno a la atención sanitaria".

Desde el sindicato denuncian que esta situación ya ha sido puesta en conocimiento, por parte del equipo de enfermería, tanto a Osakidetza como a los responsables de la OSI Araba en reiteradas ocasiones. “Ante la falta de respuesta, el sindicato hace pública la situación y exige urgentemente una solución”.

La unidad se creó de forma provisional en el año 2001 y ha habido una evolución importante en las patologías y en los pacientes. “Han sido cambios progresivos y sin que, como reconoce Osakidetza, se haya realizado ningún cambio estructural. Es en el año 2016, cuando se llega a una situación límite y se realiza la denuncia”.

Las habitaciones dobles se encuentran saturadas y no existen salas privadas para hablar con familiares

La Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil de Álava situada en Santiago, presenta diversos problemas estructurales: 3 habitaciones dobles con una ocupación habitual de 5 niños o adolescentes y no hay una sala privada para hablar con sus familiares. “Además, no disponemos de una sala de enfermería digna, en la que ni siquiera hay un lavabo para lavado de manos, algo imprescindible para la seguridad del paciente”.

La falta de habitaciones individuales obliga a compartir estancia a pacientes de distintas edades y con patologías muy diferentes e incluso incompatibles. Asimismo, existe una sala-comedor, de apenas 12 metros cuadrados, donde pueden llegar a juntarse hasta 9 personas.

El personal debe dejar solo a un compañero cuando tiene que acompañar a otro al baño

“Para los profesionales resulta frustrante y muy complicado trabajar en estas condiciones”. Esta mala infraestructura también pone en riesgo al personal. De hecho, ha habido un aumento de agresiones entre pacientes y personal. “Por ejemplo, al no disponer de baño propio dentro de la unidad, el personal debe salir fuera y dejar sólo al compañero, aumentando el riesgo de agresión”, explica SATSE.

  • Soluciones

Según SATSE, “para mejorar esta situación serían necesarias habitaciones individuales, una sala de consulta para ver los/as pacientes con intimidad y una sala de medicación-control-estar con las dimensiones adecuadas, de doble entrada para mayor seguridad y dotada de baño y lavabo para el personal. Y, por encima de todo, una unidad que no vulnere los derechos de los menores”.

“Nos consta que el personal de dicho servicio ha puesto en conocimiento de la Dirección del centro la situación de la unidad desde mediados del año 2016 y en abril se les ha enviado un informe detallado de la situación tanto a la OSI como a Osakidetza. Exigimos una solución de forma urgente”, denuncia SATSE.