El tamaño sí importa

25 septiembre, 2011

Los políticos por fin se han dado cuenta y han llevado a la práctica eso de que el tamaño sí importa con un acuerdo histórico, tanto económicamente como políticamente, que dará como resultado Kutxa Bank, en un escenario en el que la globalización exige que el factor tamaño se convierta  en necesidad. De este modo, […]

Los políticos por fin se han dado cuenta y han llevado a la práctica eso de que el tamaño sí importa con un acuerdo histórico, tanto económicamente como políticamente, que dará como resultado Kutxa Bank, en un escenario en el que la globalización exige que el factor tamaño se convierta  en necesidad. De este modo, el próximo dos de enero, fecha en la que se formalice la fusión de las tres cajas vascas, verá la luz la cuarta caja del Estado y la octava entidad financiera, gracias a un tamaño que le conferirá la posibilidad de erigirse como actor importante dentro de la reordenación del sistema financiero español. Se trata de una entidad que nace, tal y como han confirmado sus dirigentes, con vocación de seguir ganando tamaño a través de adquisiciones.

 

Los directivos de BBK, Caja Vital y Kutxa, han subrayado en reiteradas ocasiones que en el ámbito económico, y también en el financiero, el tamaño es importante más aún en los tiempos que corren. En un entorno en el que, forzados por una crisis que ha obligado a una reordenación en el sistema financiero español, el número de cajas se ha reducido y su tamaño medio se ha multiplicado por cinco, es imprescindible crecer y ganar tamaño para poder ser competitivos y asegurar el futuro de las entidades. En solitario, el porvenir de las cajas correría peligro al perder cuota de mercado en favor de aquellas entidades que en esta reestructuración financiera están ganando tamaño. De este modo, y precisamente con la importancia de tamaño como justificación, ha visto luz verde la unión de las cajas vascas en forma de fusión fría o SIP, que dará como resultado una entidad mayor más competente en un mercado en el que el  propio tamaño servirá para contrarrestar las ofensivas que sus posibles competidores puedan lanzar.

Con la creación de Kutxa Bank, las cajas vascas pasarán a ocupar el cuarto lugar en el ranking al contar con 74.700 millones de activos precedidas por Bankia (que cuenta con 328.000 millones de activos),  Caixa (con 285.000 millones de activos) y Caixa Catalunya (78.000 millones de activos), según los balances del 2010 del Banco de España. Sin embargo, en breve las entidades vascas pasarán a ocupar el quinto lugar por la integración de Unicaja y Caja España que sumarán unos activos de 79.200 millones.

Pero sus ansias de ganar tamaño no se quedan en la mera unión. Tras este gran paso, que según los directivos de las entidades necesitará dos años para consolidarse, la vocación de la entidad es seguir aumentando para convertirse en protagonistas en el nuevo panorama financiero español, tal y como el propio Xabier Iturbe, presidente de Kutxa recordaba la pasada semana. Según el directivo de la caja guipuzcoana, la manera de ganar tamaño pasa por adquirir otras entidades y será la estrategia a seguir. “Ser más fuertes para aprovecharnos de la debilidad de otros” afirmaba Iturbe.

El próximo dos de enero se creará así el segundo grupo del sistema financiera español por ratio de capital (12,8%), un primer puesto que cederá Unicaja (actual líder). Kutxa Bank contará con unos depósitos conjuntos de la clientela de 52.854 millones, una red de oficinas que alcanza los 1.349 por toda la península (menos las islas) y con una plantilla de 8.418 trabajadores.

Con este músculo financiero, la nueva entidad podrá casi triplicar sus resultados en tan sólo cinco años y pasar desde l 380 millones de euros de beneficios obtenidos en el 2010 a los 846 millones previstos para el 2015.

Dudas en torno al acuerdo político

El acuerdo financiero y laboral parecen navegar en la correcta dirección, sin embargo, todavía quedan dudas en torno al acuerdo político, es decir, el reparto de poderes en el Consejo de Administración.

En este sentido, la entrada de Bildu ha propiciado un cambio de entrono en el proyecto y se ha pasado de un escenario en el que el PNV, el PP y el PSE pretendían impedir la entrada de la coalición abertzale en la cúpula de Kutxa Bank, a otro en el que estudian el modo en el que tenga presencia.

El acuerdo que las presidencias de BBK y Kutxa adoptaron con la coalición abertzale, necesaria para la adhesión de Kutxa al proyecto, viene a cambiar el porcentaje de poder que tendrá cada formación política. Precisamente los altos representantes de la caja vizcaína y guipuzcoana consiguieron el favor de Bildu a cambio de blindar la nueva entidad de la entrada de capital privado y destinar el 30% de los beneficios a obra social. De este modo, la agrupación abertzale consigue dar una imagen de partido insertado en el sistema democrático (fundamental de cara a las elecciones generales del 20 de noviembre) así como demostrar que dispone de fuerza suficiente para condicionar acuerdos.

No obstante, de no entrar en el proyecto, Bildu se hubiera quedado sin un instrumento con el que financiar sus proyectos y se hubiera arriesgado a que el Bando de España le hubiera sugerido compañía para ganar tamaño en un entorno de reordenación.

Las cosas así, ahora toca abordar el reparto de poderes en la cúpula incluyendo a Bildu: cuántos representantes de cada partido estarán en el consejo de Administración y quiénes. Las formaciones políticas evalúan ahora la pérdida de poder que pueda derivarse con la nueva incorporación y en este sentido el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ya ha advertido que “esto no está cerrado”. Así, Basagoiti dejaba ver sus sospechas de que el acuerdo con Bildu pudiera llevar consigo la garantía de una cuota de poder.

En todo caso, la cuestión del reparto de poder será un asunto que intentarán resolver pese a que las asambleas de cada entidad no reflejan el nuevo panorama político del pasado 22 de mayo.

Repartición de poderes

De momento, lo que sí se ha dado a conocer es que Kutxa Bank estará presidida por Mario Fernández (BBK), mientras que la vicepresidencia primera será para Xabier Iturbe (Kutxa) y la segunda para Carlos Zapatero (Caja Vital).

El Consejo de Administración de la nueva entidad contará con 20 representantes, doce designados por BBK, seis a propuesta de Kutxa y Caja Vital propondrá  dos. De este modo, se refleja fielmente la valoración de activos de las entidades vascas realizada por Analistas Financieros Internacionales (AFI) ya que BBK aportará 45.000 millones de euros, mientras que Kutxa aportará 21.000 millones y Caja Vital aportará 8.600.

Sin embargo, por razones políticas, la participación de cada caja será diferente: la entidad vizcaína tendrá el 57% del accionariado, menos de lo que le correspondería según la valoración de AFI, a favor de Kutxa, que tendrá  un 32% y de Caja Vital, que tendrá el 11%.

Tendrá su domicilio social en Bilbao y contará con tres sedes operativas: la económico-financiera, en la capital vizcaína, la de Medios y Recursos, en San Sebastián; y la de coordinación de Obra Social y Relaciones Institucionales, en Vitoria.

Las decisiones estratégicas de Kutxa Bank deberán adoptarse con la conformidad de los órganos de gobierno de las tres cajas (es decir, el consejo de administración y la asamblea).