Los dueños de bares asaltados se sienten "estafados" tras salir en libertad sus presuntos ladrones

La sensación de inseguridad continúa para los múltiples afectados por la oleada de robos en bares que ha sacudido Vitoria. “Los daños morales, físicos y emocionales son mayores que los económicos”, denuncian algunas de las víctimas de estos presuntos delitos a Gasteiz Hoy. “No podemos dormir tranquilos”.

Prefieren mantenerse en el anonimato para evitar represalias, ahora más que nunca. Saben que la pareja detenida el pasado miércoles en un área de servicio de Lopidana por perpetrar los asaltos ya ha sido puesta en libertad por el Juzgado de Guardia. “Nos habían informado de que el juicio era el viernes pasado y estábamos a la expectativa. Cuando nos enteramos de que los habían soltado, nos cayó como un jarro de agua fría”.

Los presuntos delincuentes, un hombre de 42 años “con antecedentes” y una mujer de 26, “se hacían pasar primero por clientes”, deslizan algunas fuentes, y “por eso recomendamos estar ojo avizor”. Añaden que son “vitorianos y no son de etnia gitana” y “según la policía, se les ha podido implicar en 21 robos en bares, aunque pueden estar detrás de un total de 50 asaltos cometidos en Vitoria, Miranda de Ebro y Guipuzcoa”. En “todos” los casos, rompieron los escaparates para acceder al interior de los establecimientos, como testifican algunas imágenes que han tomado los afectados.

Los perjudicados reprueban la actuación de la justicia en este caso. “Nos sentimos engañados y estafados. Se supone que si colaboras con la justicia te va a proteger y no va a facilitar las cosas a los malos”. Esta sensación transmitida por algunos de los afectados constituye “una sensación generalizada” entre los hosteleros que han padecido estos asaltos, según las fuentes consultadas. También alaban “un buen trato policial, nos han arropado mucho”, pero reiteran que “nos sentimos desprotegidos por la justicia”. Algunos de los afectados se encuentran en “un estado de ansiedad constante” y “a veces, tenemos un gran sentimiento de inquietud que nos supera”.

Gasteiz Hoy ha podido constatar cómo entre las víctimas se envían fotos de los clientes “sospechosos” y que algunos bares han cerrado algún día tras no poder soportar el estrés generado por la puesta en libertad de los supuestos delincuentes. Uno de los negocios de hostelería padeció tres asaltos en apenas quince días antes de la detención de los presuntos ladrones. Otro de los afectados por los robos explica: “Le dije a la policía que voy a poner trampas o un perro para que proteja mi negocio por las noches y así sentirme seguro cuando lo abra de madrugada. Me sugirió que no lo hiciera. Y es que, encima, si a los ladrones les pasara algo dentro del bar podría perjudicarme a mí”.

• Otro robo en un bar el lunes

Las alarmas ha saltado aún más al “enterarnos de que se ha cometido otro robo en un bar de Salburúa”. Fuentes de la Ertzaintza han confirmado a Gasteiz Hoy que “sobre las 3 de la madrugada del lunes recibimos el aviso” de que habían entrado por la fuerza en un negocio de hostelería de este barrio. Los asaltantes “abrieron o intentaron abrir la caja registradora y la máquina tragaperras”, en un modus operandi que recuerda al de la pareja de presuntos ladrones puesta en libertad. La policía autonómica no ha dado más detalles, ya que la investigación continúa abierta. “Igual no son los mismos, pero tenemos miedo”, manifiestan los hosteleros perjudicados.

• Sensación de ser seguidos

Tras la puesta en libertad de los acusados, una de las víctimas asegura que se ha sentido seguida en varias ocasiones. “Observé el mismo coche aparcado donde yo estaba, en sitios alejados entre sí, cinco veces en tres días. La última, debajo de mi casa”. Otro perjudicado recuerda que “yo iba en coche y otro me siguió durante un trayecto largo que realizo habitualmente por Vitoria. Me percaté de ello y di vueltas entre dos rotondas. El conductor se daría cuenta y entonces se marchó”. Añade que “varios propietarios víctimas de asaltos a sus bares han visto los mismos coches debajo de sus casas. A ver si ahora intentan conocer dónde vivimos para entrar en nuestras viviendas”.

Reconoce que quizá se trate de casualidades. “Son intuiciones, miedos que tengo, por lo inseguros que nos sentimos a causa de la actuación de la justicia”. No han puesto denuncia alguna, pero sí han hablado de estos presuntos acosos con la Ertzaintza, para la que sólo tienen buenas palabras. “Nos han comunicado que si vuelve a suceder les llamemos sin detener el coche y que acudirán al instante”. La puesta en libertad de los presuntos ladrones y el robo del lunes han agravado una sensación de inseguridad y desprotección jurídica que mantiene a los hosteleros afectados en estado de alerta.