12.000 personas dependen ya del Banco de Alimentos para no pasar Hambre

9 octubre, 2012

La organización ha detectado un aumento de los pobres vergonzantes

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12.000 personas viven en Álava pendientes del Banco de Alimentos. En el pabellón de Ali-Gobeo 21 personas, voluntarios todos ellos, trabajan para que en Vitoria no exista el hambre. Pese a la dureza de la crisis económica, su objetivo es redistribuir todos los alimentos entre 132 asociaciones de nuestra provincia. Estas asociaciones se acercarán luego a quienes más lo necesitan.

Porque el Banco de Alimentos es una entidad que se encarga de gestionar y de repartir entre esas asociaciones y fundaciones que tienen gente necesitada a su cargo. Ellos no suelen repartir directamente los alimentos, aunque "si viene alguien que necesita comer, aquí tendrá comida, porque no vamos a ser más papistas que el Papa", confiesa Heraclio, que cedió hace dos años a Daniel Fernández la presidencia del Banco de Alimentos.

Ellos son la cara visible de 21 personas que, de forma desinteresada trabajan para los demás. Ellos reconocen que en los últimos años en Vitoria se está empezando a pasar hambre y que cada vez es más difícil hacer llegar los productos, porque ha aumentado la demanda de alimentos, pero no el número de productos que entran a su sede. Cada vez es mayor el número de personas que ven cómo empeoran sus condiciones y que tienen problemas para acceder a los alimentos básicos.

Sin embargo, en Vitoria el principal problema está en los llamados 'pobres vergonzantes', aquellos que necesitan comer, que tienen necesidad pero que no quieren aceptar la ayuda o las donaciones. Una situación que se da principalmente en personas mayores, como viudas que apenas reciben la pensión mínima o personas que se han quedado sin prestaciones.

Heraclio también asegura que "en los últimos meses ha bajado mucho la asistencia al Comedor de Desamparados", a quien antes suministraban también las materias primas. No hay que olvidar que en los últimos meses se ha producido un endurecimiento de las condiciones de acceso.

El Banco de Alimentos recorre todas las semanas todos los centros comerciales de la ciudad en busca de aquellos productos que no son aptos para la venta pero sí lo son para el consumo. Manzanas con alguna mancha, envases con algún golpe o excedentes de compra son aprovechados por los voluntarios del Banco de Alimentos. Todo se aprovecha y se evita de esta forma que se pueda tirar nada a la basura.

Al margen de las donaciones de alimentos, el Banco de Alimentos también funciona con las aportaciones económicas, necesarias para mantener la nave de Ali Gobeo y para mantener los vehículos de recogida y reparto.

Su nave alberga productos de todo tipo, la mayoría de largo consumo. Fruta, bolsas de lechuga, arroz, cereales... Incluso cuentan con productos de limpieza del hogar. También tienen dos grandes frigoríficos en los que almacenan productos ultracongelados.