Miles de personas recorren Vitoria para apoyar a Errekaleor

3 junio, 2017

Una multitud ha convergido en la plaza a las 17,30 horas para rechazar el derribo del barrio que defiende el Gabinete Urtaran

 

Foto vía @Errekaleor

Miles de personas han abarrotado hoy a las 17:30 horas la plaza de la Virgen Blanca para mostrar su apoyo a Errekaleor y rechazar el derribo del barrio que defiende el Gabinete Urtaran. También han denunciado el corte de luz que realizaron técnicos de Iberdrola el 18 de mayo por orden del Ayuntamiento de Vitoria.

Las banderas y pancartas han llenado de color el centro de la capital alavesa, donde han convergido varias columnas humanas que han partido desde distintos lugares de la ciudad. Cada agrupación ha representado una temática diferente, pero todas han compartido el lema 'Guk Argi Daukagu'. 

Este juego de palabras que ha venido utilizando la plataforma Errekaleor Bizirik significa 'tenemos luz y lo tenemos claro'. La marcha también ha supuesto un punto de unión de diferentes reivindicaciones: laborales, sociales, ideológicas... Sindicatos como ELA y partidos como Irabazi, Podemos y EH Bildu apoyan las demandas del barrio y sus vecinos.

Todos ellos se han dirigido hasta Errekaleor en una marcha de algo más de dos horas, que ha concluido con el concierto de Berri Txarrak a las 20:00. A Vitoria-Gasteiz han llegado simpatizantes del movimiento ocupa de toda España.

  • Historia de un barrio

Errekaleor fue una barriada diseñada en los 50 e impulsada por la Iglesia. Era 'El Mundo Mejor'. En estos edificios blancos, construidos en cuesta, vivieron hasta el último lustro 190 familias. Ellos fueron creando un barrio y una comunidad única: construyeron un bar, un cine, un centro social y una iglesia. También tenían un frontón en el que se disputaron importantes partidos.

Foto vía @Errekaleor

Hoy estás viviendas han resurgido. El pasado fin de semana se celebraron como antaño sus fiestas y los jóvenes han dado color a las blancas paredes de los edificios. Pero lo han hecho en situación ilegal: ocupando un barrio propiedad de Ensanche 21, y que está condenado al derribo.

Los últimos propietarios de Errekaleor acusaron al Ayuntamiento de mobbing inmobiliario

Aunque en realidad estas viviendas llevan casi 20 años condenadas al derribo. En ese lugar iban viviendas de Salburua, aunque la crisis inmobiliaria por suerte paró la locura constructora puesta en marcha por PP y PSE cuando idearon estos dos macrobarrios. En 2005 comenzaron los acuerdos para realojar a los vecinos. La mayoría no se quería ir, pese a que iban a viviendas teóricamente mejores. 'Los últimos de Errekaleor' resistieron estóicamente el ataque municipal, al que acusaron de mobbing  inmobiliario. Durante la pasada legislatura el bus dejó de entrar en Errekaleor, la recogida de basuras era cada vez menos habitual y se cerraron algunos espacios comunes.

Sin embargo, el Ayuntamiento se ha topado con un doble problema para el derribo. En primer lugar la falta de presupuesto. Derribar un barrio no es barato, y menos cuando ahora en su lugar se quieren hacer huertos. No hay dinero en el Ayuntamiento, y eso que el proceso de realojo ya ha costado 22 millones de euros. Por otro lado está la ocupación. Un problema que surgió cuando aún había vecinos en este barrio, que el PP no atajó a tiempo en su día y que hoy se ha convertido en un gran problema para el consistorio.

La mayoría de okupas de Errekaleor estudia o trabaja

El crecimiento de este movimiento fue paulatino, y en realidad Errekaleor Bizirik lo impulsaron jóvenes universitarios, los primeros que llegaron al barrio en 2014. Al barrio llegaron también otros ocupas más peligrosos (especialmente a las casas más cercanas a Vitoria-Gasteiz), que los propios miembros de Errekaleor Bizirik han denunciado en alguna ocasión. De hecho el incendio y la muerte de tres perros se produjo por parte de ocupas no relacionados con este movimiento.

Foto vía @Errekaleor

Son varias las ciudades de Europa que han tenido su referente ocupa. Sin lugar a dudas Tacheless (derribado hace escasos años) era el referente para esta cultura, aunque se había convertido también en un pequeño parque temático. En Copenhague existe la ciudad libre de Christiania, un complejo comunitario que nació como una ciudad okupa. Cuenta con sus propias leyes y una autogestión.

  • Una comunidad de 150 personas

Hoy Errekaleor vuelve a ser una comunidad, similar a la que crearon aquellos 190 vecinos. Pero lo es de la mano de la ocupación. 150 personas residen en varios inmuebles de este barrio. Muchos de ellos estudian o trabajan: están integrados en la sociedad y no son delincuentes ni personas asociales. También hay personas mayores e incluso niños recién nacidos. Han reabierto el frontón, el centro social, la iglesia y han coloreado el barrio. También han creado una amplia huerta en el descampado cercano y organizan numerosas actividades culturales.

Han optado por la ocupación no ya sólo como alternativa a la vivienda, sino para crear una comunidad, un entorno autogestionado en el que combatir muchos de los males que asolan a la sociedad actual. Lo han hecho en viviendas de Ensanche 21, y con el dinero de todos. El movimiento asegura que está dispuesto a pagar la luz y el agua, pero al mismo tiempo sostienen que el Ayuntamiento no les ha querido recibir.

En el barrio están sin luz. Lo están desde que hace dos semanas Iberdrola cortó la conexión. Urtaran tuvo que dar explicaciones, y argumenta para ello que el cableado y los puentes realizados ponían en riesgo la vida de quienes habían ocupado Errekaleor. Los vecinos han instalado las primeras placas solares: aspiran al autoabastecimiento, aunque de momento cuentan también con varios generadores. Ellos no se van a ir. Es un pulso contra el Ayuntamiento.

En 2015, unos días antes de las elecciones, el juez ya dictaminó que los vecinos no son okupas, sino que están residiendo en precario. Esto quiere decir que pueden mantenerse en el lugar hasta que el propietario necesite el edificio para otro uso o, como es el caso, para su derribo.

El alcalde insiste en que es necesario el derribo y que es peligroso residir en Errekaleor

Urtaran insiste en que el derribo es necesario: que los edificios están enfermos, que no se pueden rehabilitar porque, al carecer de pilares y ser muros de carga, no hay forma de actuar en ellos. También aclara que los pisos tienen amianto. El alcalde ha insistido en que en esa zona habrá huertos urbanos, algo que critican las formaciones que le apoyaron en la investidura: actualmente los nuevos huertos de Basaldea construidos en Abetxuko han quedado desiertos.

El alcalde quiere que estos vecinos se realojen en Aretxabaleta, en las viviendas de ladrillo antiguas. Allí les propone seguir construyendo esta comunidad, pero a cambio de un alquiler social (incluso permutable por trabajos de reforma en los edificios). Estos pisos de Aretxabaleta iban a correr el mismo destino que los de Errekaleor o Avenida de Olarizu. Procesos sin pies ni cabeza que contemplaban su derribo total. Pero en Aretxabaleta las cosas van más lentas y aún hay vecinos viviendo allí. Y Errekaleor Bizirik insiste en que su proyecto "será en Errekaleor o no será".

Urtaran lamenta que Errekaleor Bizirik abogue por la autogestión pero, al mismo tiempo, quiera el "todo gratis". Maroto no se atrevió durante su mandato a intervenir en el barrio. Ahora la  patata caliente está en manos de Urtaran: sus socios de investidura no le apoyan, pero él insiste en que si pasa algo en el barrio será el Ayuntamiento el culpable.

El pasado viernes, en un tenso pleno, el alcalde llegó a expulsar a Miren Larrión. Una y otro han endurecido su discurso en este asunto: él defiende los intereses del Ayuntamiento, ella los del grupo asentado en un barrio que un día se vendió como 'El Mundo mejor'.