Piden 35 años al acusado de matar al padre y su hija de Llodio en Laredo
El crimen tuvo lugar el pasado 17 de agosto en la playa de la localidad cántabra
El juzgado de Laredo solicita una pena de 35 años de cárcel para Mario R. I. como presunto autor del asesinato de los vecinos de Llodio Gabino García y su hija Mercedes el pasado mes de agosto en el crimen que tuvo como escenario la playa de la Salve de la localidad cántabra.
El fiscal pide para el acusado 20 años de prisión por el asesinato de la mujer y 15 por el homicidio de su padre, además de una indemnización de 300.000 euros para sus familiares y el pago de 5.246 euros al Servicio Cántabro de Salud. La acusación particular reclama 40 años por dos delitos de asesinato y 500.000 euros en indemnizaciones para la familia de los dos fallecidos.
La causa se ha remitido a la Audiencia Provincial de Cantabria para que Mario R.I sea enjuiciado por un jurado popular, una vez que ha finalizado la instrucción y se han presentado los escritos de acusación.
Según recoge el auto de apertura de juicio oral, dictado el pasado miércoles, cuando el 17 de agosto de 2014 Mercedes García abandonaba la playa junto a su padre, Gabino, el acusado "con intención de acabar con su vida, sin mediar palabra y de forma totalmente sorpresiva" comenzó a acuchillarla, "sin que ella tuviera posibilidad alguna de evitar el ataque ni de huir".
Entonces el padre, de 71 años, "intentó zafar a su hija, de 42, del agresor" y este, "presidido por el mismo ánimo", añade, lo apuñaló en el cuello para continuar acuchillando a la mujer, que se encontraba en el suelo. Como consecuencia de las heridas causadas por la agresión, la mujer sufrió un shock hemorrágico e hipovolémico que ocasionó su muerte minutos después del ataque El padre fue trasladado al Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, donde falleció hora y media después.
El juez señala que el acusado, que está en prisión provisional desde el pasado 19 de agosto, no padecía patologías psiquiátricas en el momento de los hechos y aunque presentaba "rasgos de trastorno de personalidad" y "rasgos psicopáticos", estos no afectaron a sus capacidades cognitivas y volitivas. Tampoco presentaba sintomatología psicopatológica ni síntomas de intoxicación por drogas.
Según el juez, las diligencias practicadas "no arrojan duda del acontecer de los hechos y de su autoría", hechos que fueron presenciados por numerosos testigos, uno de ellos un ertzaina que vio los apuñalamientos y retuvo al agresor. Además Mario I.R estaba en posesión de un cuchillo ensangrentado, llevaba la ropa llena de sangre y presentaba heridas "compatibles con la lucha".
El imputado declaró que ese día estaba enfadado, salió a la calle con un cuchillo de cocina y se dirigió a la playa, que recordaba que iba paseando por la playa pero que "de repente" no recordó más hasta que se vio tumbado en el suelo boca abajo con una persona encima mientras le llamaban asesino.
Mario R.I afirmó que no recordaba nada de lo sucedido porque "le dio en ese momento una amnesia" y que aunque cree que él no ha matado a nadie "si le han dicho que ha matado a dos personas será verdad".
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