Las consecuencias de hacer pira en los cursos de los centros cívicos

16 marzo, 2019

El Ayuntamiento no lleva un control de asistencia a sus cursos subvencionados, pero apela a la responsabilidad de cada uno para darse de baja si no va a acudir

4 de febrero de 2019. Ha pasado casi un mes desde el inicio del trimestre y en uno de los cursos de natación del Ayuntamiento aún se espera la presencia de 4 personas inscritas que no han aparecido ninguno o, como mucho, un día. Han pagado la cuota, pero por razonas desconocidas no acuden y tampoco comunican su baja.

No es ni mucho menos un caso aislado: la ausencia en los cursos municipales subvencionados no suele ser tan elevada como en este ejemplo, pero para algunos sí son más habituales las piras que las asistencias: el bajo coste lleva en algunos casos a no valorar el precio real del servicio.

cursos centros civicosCada año, en septiembre, el Ayuntamiento reparte la suerte entre sus ciudadanos. Lo hace en forma de cursos culturales y deportivos en los Centros Cívicos. Miles de gasteiztarrak esperan con ansiedad el sorteo y la posterior opción de reinscripción. Estos sorteos se realizan en las actividades y horarios con más demanda: desde las 8 de la mañana hasta casi las 10 de la noche hay alguna actividad en los centros cívicos.

  • ¿Quién paga estos cursos?

Los precios de los cursos se establecen desde el Ayuntamiento, pero en la mayoría de los casos no cubren el coste: están subvencionados: "Hay algunas actividades que se autofinancian (el coste directo) con el pago de la inscripción", asegura Eduardo Enguita, responsable del Servicio de Centros Cívicos. "En ciertas actividades deportivas la inscripción cubre el 80-100% de los costes del curso. En otros casos, como las actividades de políticas sociales, la subvención cubre casi la totalidad del coste".

Y es que el precio no es siempre el mismo, pero en muchos casos la inscripción compensa respecto a una actividad privada: hay además descuentos por diversas cuestiones (desempleo, socio de las instalaciones municipales o mayor).

Este bajo precio hace que la falta de compromiso sea, en algunos casos, evidente. Es difícil encontrar un curso donde nadie haya abandonado. O alguien que haga muchas más pellas que días que va. Sin embargo, el Ayuntamiento no realiza un conteo de la asistencia, salvo en las actividades con reinscripción: "Sería muy complicado por parte de los monitores y el servicio realizar una estadística de asistencia a los cursos.

"Las actividades con reinscripción sí tienen una obligación de asistencia mínima", reconoce Enguita: "En las actividades del servicio de Euskera además se devuelve una parte de lo pagado a quien tiene un mínimo de asistencia".

No existe penalización alguna por no asistir a los cursos de los centros cívicos

Pero más allá de estas actividades no existe un control general. El monitor sí anota, en la mayoría de los cursos, quién acude y quién no. Pero este control se queda ahí. No llega posteriormente de la empresa al Ayuntamiento y, mucho menos, se vuelca en algún sistema donde se detecte a quien no se ha presentado. Esta dificultad impide penalizar a quienes se apuntan y no acuden o no completan un número de horas mínimo.

Por eso desde el consistorio apelan a la responsabilidad de cada uno para tomarse en serio su curso al que se ha apuntado. Y por el que ha pagado, aunque sea una cantidad simbólica.

Eso sí, desde el Ayuntamiento piden que se les informe para poder liberar la plaza, especialmente en los cursso con más demanda: "No se devuelve el dinero, pero si el usuario avisa que no va a ir se libera esa plaza y otra persona puede acceder al curso".

El Ayuntamiento también da facilidades a quienes trabajan por turnos: si hay plazas libres permiten alternar turno de mañana o de tarde si así lo desean los inscritos.

  • Adjudicación de plazas

El primer trimestre se ofertaron 67.000 plazas en políticas sociales, centros cívicos, deporte, personas mayores, CEA, Euskera y juventud. Se completaron el 65% de las plazas, pero hay enormes variaciones entre una modalidad u otra: en algunas la demanda casi duplica a la oferta, con lo que el sorteo es la única posibilidad de adjudicación y los premiados tienen la suerte de entrar al curso.

El Servicio de Personas Mayores completó el 90% de las plazas y la mayoría de las actividades colgaron el cartel del completo. También el Servicio de Euskera superó el 85%. Por el contrario las actividades del Servicio de Juventud apenas llenaron el 40% del aforo total.

Las actividades con mayor número de plazas y más demanda son las de deportes y las del servicio de centros cívicos.  Algunas actividades sólo ofrecen uno o dos horarios, mientras que otras se realizan en varios centros y horarios durante el día: es el caso de GAP, estiramientos, condición física, aeróbic o aquagym. Aquí entran también las ludotecas.

Natación estilos (infantil), Bautismo de Buceo, Esquí Nórdico, frontenis adultos, natación bebés o patinaje sobre hielo son otras de las actividades que colgaron o se quedaron muy cerca de llenar. En realidad son muy pocas las actividades que cuelgan el cartel de completo; el problema está en que la mayoría de los contribuyentes optan a los mismos horarios.