Vuelve el afilador

El sonido de la Armónica es inconfundible en cualquier pueblo, y estos días se está escuchando por las calles de Vitoria. Gasteiz Hoy se ha topado esta semana con dos afiladores que, bici en mano, llamaban a sus posibles clientes con el sonido de la armónica.

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Uno de ellos viene de Valladolid y suele visitar nuestra ciudad dos veces al año, dentro de un circuito programado por Euskadi. Estará dos semanas en Vitoria, para ir posteriormente a Bilbao y San Sebastián.

Nos deja sacar una foto a su bicicleta, adaptada para que, al dar pedales, gire la lija ubicada en el manillar de la bicicleta. Reconoce que quedan pocos como él, que sobreviven con un oficio muy antiguo. Estos días recorre las calles de la ciudad, mientras al mismo tiempo llama a los timbres para saber si las amas y amos de casa necesitan afilar sus cuchillos. No son muchos sus clientes, pero los hay muy fieles.

El segundo de los afiladores paseaba el martes por el Centro de la Ciudad, con el mismo tipo de bicicleta. Es un negocio en extinción, del que muchos igual ni han oído hablar, pero su sonido es inconfundible.

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