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Napoleónico
Al borde del abismo
El Caja Laboral cavó, prácticamente, su propia tumba en Euroliga al caer con contundencia a manos del Olympiakos griego en el Buesa Arena.
El Caja Laboral cavó, prácticamente, su propia tumba en Euroliga al caer con contundencia a manos del Olympiakos griego en el Buesa Arena.
Un prometedor comienzo (5-0) fue contestado rápidamente por el conjunto heleno (5-6) que tras un inicio titubeante ya terminó los primeros diez minutos mandando por 19-22, en un adelanto de lo que estaba por venir. El Baskonia, atenazado y nervioso, se mostraba incapaz de cerrar el rebote y le costaba un mundo anotar, mientras que, por contra, el Olympiakos superaba la defensa vitoriana sin demasiados problemas (21-30; 25-35). Al descanso, inquietante 40-47 en el electrónico y la sensación de que a nadie le gustaba las sensaciones que transmitía el equipo. Una suma de individualidades muy alejada de los cánones por los que se rigen los bloques conjuntados.
En la reanudación un mate de Oleson parecía encender la mecha de la reacción pero nada más lejos de la realidad. Un triple de Printzesis volvía a disparar la diferencia (44-52), y los helenos daban la sensación de tener mucha más fluidez e ideas a la hora de atacar, además de una buena actividad defensiva. Mediado el tercer cuarto el partido terminó por romperse. Dusko no daba con la tecla y los griegos, muy cómodos y con una buena aportación en bloque de sus jugadores, se marcharon definitivamente con un parcial de (7-17).
Con 51-69 arrancaron unos innecesarios últimos diez minutos. Estéril intercambio de canastas que dio como resultado final un claro y doloroso 72-89 que deja al equipo muy tocado.
Las posibilidades matemáticas siguen ahí y agarrarse a la calculadora es legítimo y necesario, pero la realidad es otra bien distinta. El equipo ha perdido todos sus partidos en Vitoria y parece complicado pensar que Kaunas o Estambul son pistas asequibles para un equipo con muchas dudas y falta de consistencia.
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