El Alavés mejora su imagen con su versión más tradicional

Si algo funciona no lo toques. Es lo que debió pensar Pablo Machín al preparar el partido de esta semana frente al Getafe. El Alavés volvió al sistema 4-4-2 de los últimos cursos y siguió mejorando sensaciones en este arranque de la competición. No le valió para llevarse los tres puntos frente al conjunto azulón, pero sí fue superior en muchas fases del duelo gracias a su orden y a su intensidad.

Gracias a su lucha Deyverson sacó varias opciones positivas para los albiazules, pero el brasileño no tiene la pegada que necesita el Alavés. Foto: LaLiga

Los babazorros no sufrieron en defensa como en partidos anteriores gracias a la línea de 4 en la zaga y a la fortaleza de Pons y Battaglia en el centro del campo. Eso sí, sigue habiendo falta de gol; Joselu no está acertado en este inicio, Deyverson nunca se ha caracterizado por tenerlo y tanto Edgar como Luis Rioja tampoco son diferenciales en este aspecto. El Glorioso necesita que la pareja Lucas Pérez-Joselu funcione a pleno rendimiento, como lo hizo en meses anteriores.

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En defensa el Alavés sí volvió a ser el equipo sólido de los últimos cursos. El fútbol directo del Getafe también generó varias ocasiones y los de Bordalás tuvieron opciones de llevarse el encuentro, por lo que el reparto de puntos quizá fuera lo más justo. Lo importante para los gasteiztarras es que su versión mejora con cada partido que disputan. Los puntos deberían llegar pronto si se mantiene esta línea ascendente.

Machín apostó definitivamente por el 4-4-2 con la vuelta de Ximo Navarro al once y las bajas de Lucas Pérez y Tomás Pina. Foto: Alavés

Alavés y Getafe salieron al césped con una imagen poco vista de ambos equipos. Mostraron un fútbol vertical impropio de dos estilos más conservadores. Machín, además, renunció a su 3-5-2 e implantó el 4-4-2; sistema que mejores réditos ha dado al Alavés en los últimos años y en la segunda parte de la jornada pasada.

Los albiazules protagonizaron tres llegadas peligrosas que no definieron bien ni Edgar (en dos ocasiones) ni Deyverson. El Getafe tampoco se quedó atrás, pero su mejor ocasión fue anulada por fuera de juego tras meter el Cucho Hernández.

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Los dos equipos mostraron un fútbol más ofensivo del que acostumbran

Aun así, el Alavés estaba controlando el juego y no dejando jugar al Getafe, cuando normalmente suele ser al revés en los equipos de Bordalás. La principal debilidad del Glorioso estaban siendo las pérdidas en el centro del campo, que provocaron varios contragolpes peligrosos del cuadro azulón. Pacheco estuvo acertado en dos disparos de Cucurella que salvó el guardameta. Ningún equipo logró abrir la lata en una primera mitad muy entretenida en Mendizorrotza.

Eso sí, en la segunda parte se cambiaron los papeles. El Getafe pasó a dominar completamente el encuentro gracias a la subida de líneas y a una presión todavía más intensa. Bordalás estaba de nuevo en su papel, con sus futbolistas ordenados y moviéndose en bloque.

El Getafe tiene más pólvora que en años anteriores (Cucho, Ünal, Jaime Mata, Ángel...) pero fue neutralizada por Pacheco y sus defensas. Foto: LaLiga

El Alavés estuvo más tímido, pero los cambios que introdujo Machín le dieron frescura de cara a la recta final del choque. Volvió Lucas Pérez tras su baja de la semana pasada y también debutó en este curso Manu García, que arrastraba una lesión en el pie desde finales de la temporada pasada. Estos dos últimos todavía están faltos de ritmo, pero podrían ser fundamentales en los próximos partidos del Glorioso.

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Los dos equipos se mostraron más partidarios de firmar el punto que de ir a por la victoria en los últimos instantes, fieles así a su estilo.

Por lo pronto, los albiazules deben contentarse con su primer punto de LaLiga, mientras van mejorando las sensaciones sobre el césped. El próximo partido tampoco promete ser nada fácil: toca el Villarreal de Unai Emery.