Laguardia y Munir dan tres puntos de tranquilidad al Alavés

7 abril, 2018

Los vitorianos fueron superiores en la segunda parte para garantizar prácticamente la permanencia

El Deportivo Alavés regresó a la senda del triunfo tras ganar por 2-0 al Getafe en Mendizorroza. Los de Abelardo consiguen una ventaja de 12 puntos respecto al descenso que suponen una inyección de tranquilidad. Los últimos resultados habían advertido a los albiazules que aún no podían relajarse en la clasificación y con estos tres puntos pueden dejar la permanencia prácticamente asegurada, con 35.

Laguardia y Munir fueron los autores de los dos goles que se vieron sobre el césped vitoriano en el regreso de Pepe Bordalás, técnico que ascendió al Alavés hace dos temporadas. El ahora entrenador del Getafe fue ovacionado por la afición en la recta final del encuentro, con el ya mítico cántico Es que yo sin ti Bordalás. También fue la vuelta de Dani Pacheco, otro de los partícipes del ascenso.

Alaves getafe laliga munir laguardia

Laguardia anotó su segundo gol de la temporada. Foto: Leire Arberas.

El central zaragozano adelantó a los vitorianos apenas comenzada la segunda mitad con un cabezazo tras centro de Munir. Y fue el marroquí quien precisamente sentenció el choque veinte minutos después con otro testarazo. El Getafe falló un penalti en el minuto 80 que pudo haber provocado los nervios en la grada albiazul.

  • Primera parte de tanteo

Los primeros compases del partido apenas tuvieron ocasiones en un Mendizorroza casi lleno, una vez más. Lo que no tardó en aparecer fue la primera tarjeta amarilla para los albiazules, por un codazo de Rodrigo Ely. Las interrupciones se sucedieron constantemente sin que ninguno de los dos equipos se hiciera con el ritmo del encuentro.

Las protestas y los silbatos fueron protagonistas hasta el momento. Ninguno de los conjuntos que estaba sobre el césped de Mendizorroza a destacado por el juego creativo a lo largo del curso, y eso se estaba plasmando en el choque.

Guidetti, uno de los locales más activos durante la primera mitad, tuvo la primera ocasión para el Alavés con una volea que rechazó la defensa azulona. El escandinavo comenzó el encuentro con máscara por la leve fractura de nariz sufrida ante el Espanyol, pero no tardó en quitársela por su incomodidad.

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La lluvia fue una constante durante los 90 minutos. Foto: Leire Arberas.

Ante dos equipos acostumbrados a ceder la posesión y tener defensas muy bien posicionadas, solo algún contragolpe aislado era capaz de crear desequilibrios en el choque. Así llego la primera ocasión del Getafe, con un cabezazo de Jorge Molina que se marchó desviado por poco.

Un disparo lejano de Manu que a punto estuvo de entrar fue lo último reseñable ocurrido en una floja primera mitad, a excepción de los últimos diez minutos.

  • Veinte minutos de superioridad

Apenas dos minutos de la segunda parte bastaron para superar toda la primera mitad. Fue lo que tardó el Deportivo Alavés en adelantarse en el marcador. Un cabezazo de Víctor Laguardia en una falta servida por Munir puso el 1-0 en Mendizorroza, y cambió completamente la cara del encuentro.

El gol despertó por completo a los de Abelardo, que se hicieron dueños del encuentro. El Getafe prácticamente estuvo desaparecido en el comienzo de la segunda mitad. Una vez asimilado el gol, los de Bordalás sí cogieron el balón e intentaron igualar el choque.

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Martín y Munir, dos de los locales más destacados. Foto: Leire Arberas.

El Alavés, mucho más cómodo en esta situación, se limitó a defender con la eficiencia habitual y esperar el gol definitivo al contragolpe. Algo que se produjo en el 76, con un contraataque elaborado por Guidetti y Munir. El primero condujo el balón para centrarlo al marroquí, que acertó en el testarazo y batió a Guaita sin dificultad.

La tranquilidad pareció asentarse en las gradas de Mendizorroza, pero todavía había tiempo para un susto más. Duarte provocó un penalti tras zancadillear a Remy en el minuto 80. Antunes encaró a Pacheco en la pena máxima, le engañó por completo pero falló incomprensiblemente cuando ya tenía todo para marcar. El 2-1 podría haber cambiado la recta final del partido. Abelardo no quiso más sorpresas e introdujo a Alexis Ruano por Burgui para fortalecer la defensa.