El Alavés toca fondo en Anoeta
La Real Sociedad dominó al Glorioso a placer para que acumule la tercera derrota consecutiva (3-0)
El Deportivo Alavés cayó estrepitosamente ante la Real Sociedad por 3 a 0. Los de Garitano se vieron ampliamente superados de nuevo ante un rival cercano. En Anoeta (ahora bautizado como Reale Arena) aguantaron un vendaval txuriurdin con un nombre propio: Mikel Oyarzabal. El delantero anotó el primer gol a pase de Odegaard, asistió a William José en el segundo y sentenció de penalti en el tercero para dejar el partido vendido en la primera mitad.
Aunque realmente el partido no lo decidió un solo hombre. La Real superó uno a uno a los hombres del Alavés. Estos no mostraron ninguna mejoría en el juego respecto a los últimos encuentros, a pesar de que Garitano intentó dar un lavado de cara muy extenso al once.
El de Bergara no cambió el dibujo de la última derrota en San Mamés, pero sí muchas de sus piezas. El técnico recurrió de nuevo al 4-3-3 con Pacheco en portería, Adrián Marín y Martín en los laterales y Rodrigo Ely y Lisandro Magallán como centrales, debutando así el argentino. En el centro del campo sumó a Pere Pons a la dupla habitual de Wakaso y Pina, con Oliver Burke, Lucas Pérez y el canterano Borja Sainz en la delantera.
Comenzó mucho más fuerte la Real Sociedad, creando mucho peligro gracias a Odegaard. Y precisamente de él nació el gol de la Real en el minuto 19 de partido. Tras un monólogo de los locales con muy poca actividad albiazul, el noruego se inventó un pase entre los defensas para dejar a Oyarzabal solo ante Pacheco. El portero no salió con convicción y el de Eibar anotó su primer gol de la noche.
Pero no acabaría ahí el protagonismo del delantero. Asistió en el segundo gol a William José, que se coló entre los centrales para rematar de cabeza el servicio de Oyarzabal. Y también anotó el tercero: una mano en el área de Adrián Marín concedió el penalti a los txuriurdin, sin que el futbolista de 22 años perdonara desde los once metros.
En apenas media hora se consumó el desastre en Anoeta: el Alavés había encajado tres goles sin crear nada de peligro; solo una jugada de Borja Sainz y Lucas Pérez anulada por fuera de juego. Al igual que en los últimos choques no existía control de balón por parte de los albiazules, que buscaban en largo a Lucas sin suerte en las pocas veces que lograban retener el esférico. Imagen desoladora para los de Garitano en la primera mitad, sin demasiadas esperanzas de que cambiase en la segunda.
- Expulsión de Manu García
Tras el descanso sí hubo alguna llegada atrevida de los visitantes, sobre todo por Borja Sainz. Pero los albiazules no llegaron ni a finalizar las internadas en el área, ante una Real cómoda por el resultado. Aleix Vidal entró por Wakaso en el intermedio y Manu García lo hizo poco después por Tomás Pina, aunque el gasteiztarra no llegó a terminar el encuentro. En el 85 provocó un penalti (algo dudoso) sobre Mikel Merino que le costó la segunda amarilla. Pero esta vez Pacheco detuvo el lanzamiento de Portu y evitó que la sangría fuera mayor para el Glorioso.
El último cambio fue para Guidetti, que disputó sus primeros minutos en la temporada. El sueco entró por Borja Sainz, pero tampoco mejoró la imagen de un Alavés ampliamente superado en el día de hoy. El encuentro frente al Mallorca de este domingo (16:00) en trascendental para el corto plazo del club, ante la necesidad de cortar la racha negativa de tres derrotas consecutivas. Más por sensaciones que por resultado.
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