El Alavés sobrevive al tiroteo txuri urdin

6 diciembre, 2020

Los babazorros suman su sexto partido sin perder gracias a un Pacheco pletórico (0-0)

El Alavés se enfrentó a la Real Sociedad en un tiroteo sin tregua. El problema era que el arma txuri urdin estaba cargada y el Glorioso apenas contaba con un chaleco antibalas. Pero qué chaleco. Fernando Pacheco actuó de salvavidas para un Glorioso acosado durante los 90 minutos. Solo el guardameta salvó el punto para el Alavés con varias intervenciones milagrosas.

El último mes de Pacheco es uno de los mejores en su carrera deportiva. Además se ha convertido en el jugador con más minutos en Primera de la historia del Alavés. Foto: LaLiga

Pacheco realizó cinco paradas en el encuentro, tres de ellas cuando la Real ya cantaba gol. Los de Donosti acosaron al Alavés desde el primer minuto y apenas le dejaron pasar de medio cambio. Pero el Glorioso se defendió bien incluso después de perder por roja directa a Rodrigo Battaglia. Una expulsión que habrá que juzgar cuando se vea el acta del encuentro, dado que el colegiado lo expulsó por algo que dijo el argentino.

Con este empate (que sabe a triunfo) el Alavés suma un punto más con el hasta ahora líder de LaLiga. La Real echó en falta las bajas de Oyarzabal y de David Silva, que se lesionó en el calentamiento. Los de Vitoria-Gasteiz ya suman 6 partidos sin conocer la derrota. Cuatro de ellos ante Barcelona, Valencia, Real Madrid y Real Sociedad. Otra prueba más de la evolución que ha sufrido el equipo de Machín en los últimos partidos.

La vida en trinchera

El once que sacó Pablo Machín fue el habitual de los últimos partidos, solo que mucho más replegado por las circunstancias. Foto: Alavés

Mendizorrotza no tardó en convertirse en una trinchera. Pero fueron los locales los que tuvieron que refugiarse tras ella. La Real Sociedad comenzó desde el principio con una presión muy alta que no dejó ni un segundo de respiro a los albiazules. Eran incapaces de sacar el balón sin perderlo o sin lanzarlo en largo, con la esperanza de que Joselu o Lucas Vázquez lo cazaran. Pero los zagueros txuri urdines no perdían la posición en ningún momento.

El único susto a favor del Alavés llegó en los primeros minutos. Joselu intentó aprovechar una mala salida de Remiro para inventarse una volea imposible que no vio puerta por poco. También Lucas Pérez intentó forzar un penalti sin éxito.

Battaglia vio la tarjeta roja sin explicación evidente en el campo. Hay que esperar al acta arbitral. Foto: LaLiga

Lo demás fue completamente de la Real: los visitantes conducían el juego desde las bandas (especial mención a la dupla Gorosabel-Portu por la derecha) para luego buscar a Isak. El sueco tuvo la mejor ocasión del partido con un disparo a bocajarro que paró Pacheco de manera milagrosa. También Mikel Merino estuvo cerca de marcar con otra bola. El balón estuvo mucho tiempo en el área albiazul, pero los guipuzcoanos acusaban la baja de su principal goleador, Mikel Oyarzabal (7 dianas).

De hecho, el Glorioso casi tuvo que dar las gracias al final de la primera mitad por una entrada de Lejeune. El francés se perderá el siguiente partido por cúmulo de tarjetas, pero la entrada sobre Portu (sin balón y a la rodilla) perfectamente pudo ser de roja. Lo cierto es que el Alavés estaba pasando apuros para sacar el balón, pero no estaba tan mal en defensa.

Eso sí, la amenaza de gol de la Real siempre estaba ahí. Pacheco se vistió de Santo por segunda vez en la noche ya en la primera mitad, adivinando un fantástico disparo de Isak.

Roja inexplicable a Battaglia

Corría el minuto 60 de partido cuando el Alavés recibió el golpe más doloroso. Cuando el balón estaba parado, el árbitro de repente sacó una roja directa a Rodrigo Battaglia. Un suceso que no se puede explicar porque todavía no se tiene suficiente información. Battaglia estaba quieto, por lo que algo grave debió decirle al colegiado para que este le expulsara.

De cualquier manera, Machín ahora se encontraba con 10 futbolistas y además había perdido a uno de los más importantes. El argentino lo ha jugado prácticamente todo desde su llegada a Vitoria-Gasteiz, y es esencial para mantener el orden en el cuadro babazorro.

Con semejante estampa el técnico tuvo que sacrificar a Lucas Pérez para meter a Martín y formar así una barrera impenetrable de cinco defensas. Aunque si era de verdad impenetrable la culpa la tenía Pacheco. El guardameta realizó su enésima intervención milagrosa de hoy parando otro balón imposible a William José.

Al final se le acabó el tiempo a la Real y el Alavés celebró el punto como si fueran tres. Y no es para menos. Los gasteiztarras acaban el domingo con 14 puntos y en undécima posición.