Charcos y riachuelos por el centro de Vitoria
Cuando el mantenimiento de las alcantarillas no es algo constante, las lluvias evidencian que algo no se ha hecho a su tiempo. La Calle General Álava y Magdalena son dos ejemplos. Sus alcantarillas o aliviaderos son diferentes, más 'modernos' si se quiere, con una amplia y fina línea que permite evacuar el agua acumulada en […]
Cuando el mantenimiento de las alcantarillas no es algo constante, las lluvias evidencian que algo no se ha hecho a su tiempo. La Calle General Álava y Magdalena son dos ejemplos. Sus alcantarillas o aliviaderos son diferentes, más 'modernos' si se quiere, con una amplia y fina línea que permite evacuar el agua acumulada en la acera y en la calla.
El problema es que parte de ese circuito se encuentra atascado. Es más, en algún tramo, junto a Urkide, la alcantarilla se ha convertdio en una jardinera, donde brota la hierba merced a la tierra acumulada en el lugar. El riachuelo de agua circula entre la calzada y la acera, en busca del sumidero más cercano, ubicado ya en la Plaza Lovaina. Son una veintena de metros, en los que el riesgo de mojarse es evidente, por salpicadura de coches o por tener que cruzar la calle.
En General Álava la ausencia de pendiente suficiente y el atasco del sumidero provoca que se formen charcos junto a la sede de Telefónica, actualmente con andamios tras el desprendimiento que se produjo hace unos meses.
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