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VÍDEO - Ferreiro: 135 años de forja y afilado en un local único en Vitoria
La cuchillería de Ángel lleva abierta desde que su bisabuelo llegó desde Galicia en 1880
Ángel Ferreiro es uno de los últimos afiladores y forjadores de Álava. Y su taller-tienda es una de las grandes joyas comerciales que quedan en Vitoria-Gasteiz. Una profesión artesanal en vías de extinción. Ángel forja sus propios cuchillos y afila todo tipo de herramientas: tijeras, cuchillos, hachas, material quirúrgico, material de autopsia...
En este vídeo, nos cuenta su historia, la de su familia y la de su tienda, ubicada en el callejón exterior de la Plaza de España. Todas ligadas por un elemento común: el negocio familiar.
135 años de historia
El bisabuelo de Ángel, Rodrigo Ferreiro, fundó esta pequeña tienda hace ya 135 años. Al igual que muchos otros, Rodrigo emigró desde Galicia hasta Vitoria-Gasteiz. Desde entonces, todos los antepasados de Ángel han pasado por la tienda y el trabajo artesanal.
El lugar de trabajo de Ángel es un sitio algo, situado en pleno centro de Vitoria-Gasteiz, y a pocos metros de la Plaza Nueva.
Su cuchillería tiene un aspecto de pub irlandés envejecido por el tiempo. Si a eso le sumas la multitud de espadas, navajas y utensilios en sus escaparates, no pasa desapercibida para los viandantes y curiosos que lo divisan. Aunque, eso sí, está algo escondida, al fondo de un callejón.
"Lo más raro que he llegado a afilar son tijeras especiales para quitar los puntos a los ojos, peines y cuchillas de esquilar a las ovejas o material quirúrgico. Y lo más extraño, las agujas para coser después de hacer una autopsia".
Entramos en la tienda y lo primero que divisamos es un pequeño mostrador. Allí Ángel atiende a su clientela, rodeado de vitrinas con recuerdos familiares de la tienda y multitud de hachas, cuchillos y espadas.
La unión entre la tienda y el taller es un estrecho pasillo de dos metros en el que apenas cabemos. Al final de éste, está su zona de trabajo habitual: un espacio lleno de utensilios, máquinas y un sinfín de materiales. En esta área reina un desconcertante caos, que Ángel convierte en orden y disciplina. Un taller que sus antepasados y él han construido a base de trabajo constante y artesanal.
Aunque es un experto en la materia, no se ha librado de algún que otro accidente laboral; nos cuenta que sufrió un aparatoso accidente con una antigua máquina del taller: "Se me enganchó el mono de trabajo y me rompí el radio y el cúbito".
¿Qué afila Ángel Ferreiro?
"Lo que más afiló son tijeras y cuchillos del uso diario", explica Ferreiro. Aunque, entre lo más raro que ha llegado a afilar, están las "tijeras especiales para quitar los puntos a los ojos, peines y cuchillas de esquilar a las ovejas o material quirúrgico". "Y lo más extraño las agujas para coser después de hacer una autopsia", detalla.
Acérrimo alavesista
Ángel Ferreiro pasa su tiempo en el taller afilando cuchillos de clientes o dándole forma a sus propias herramientas. En las paredes de este espacio minúsculo se nota su pasión. Porque es un acérrimo seguidor del "Glorioso", al igual que toda su familia, y por ello tiene colgada una camiseta del mítico jugador Antonio Karmona en su taller.
Ángel Ferreiro defiende la importancia del trabajo artesanal en unos tiempos invadidos por las grandes marcas, las compras compulsivas y las grandes extensiones de centros comerciales. "Es un trabajo que hago con mimo, con años de experiencia y sobre todo dedicándole su merecido tiempo", concluye
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