Antiviolencia propone sancionar con 50.000 euros al Alavés por las pancartas de Iraultza

11 enero, 2019

La sanción se compondría de 30.000 euros por una pancarta con simbología de Iraultza 1921 y de 20.000 por desplegar tifos y pancartas sin certificado

Antiviolencia ha vuelto a cargar contra Iraultza 1921 y el Deportivo Alavés. La Comisión contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto sancionar con 50.000 euros al club albiazul por desplegar varios tifos y pancartas durante el partido contra el Athletic Club del pasado 17 de diciembre.

Lo que propone Antiviolencia son realmente dos sanciones. La primera sería de 30.000 euros por desplegar una pancarta en la que ponía "Iraultza 1921 fanatics", que es la que despliegan habitualmente en cada encuentro. Esta sanción se debería a que la grada de animación no tiene permitido introducir material ni simbología relacionada con Iraultza 1921 en los estadios nacionales. Una prohibición puesta por la propia Comisión Antiviolencia y corroborada por LaLiga, que lleva activa desde el 23 de noviembre.

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Este fue el tifo que apareció en Mendizorroza minutos antes del derbi contra el Athletic.

La segunda sanción sería de 20.000 euros por permitir desplegar un tifo y tres pancartas "no autorizadas". Según Antiviolencia, estos elementos serían antirreglamentarios porque no contaban con los debidos certificados de ser materiales ignífugos. Casualmente se tratan de un tifo y pancartas polémicas por ir en contra de LaLiga y su decisión de poner el derbi entre Athletic y Alavés un lunes a las 21:00. El tifo rezaba "apaga la tv, salva el fútbol", mientras que en las pancartas ponía "el fútbol es de las aficiones, no de las televisiones".

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Y estas las pancartas por las que Antiviolencia también pide sanción de 20.000 euros.

  • Las pancartas ignífugas de Iraultza 1921

Además, justo hace dos días Iraultza denunció en redes sociales una experiencia similar sufrida con una pancarta en la que ponía "dona médula, dona vida". Según el grupo de animación, la pancarta sí contaba con el certificado de que era ignífuga, pero le pidieron más documentación para comprobarlo. Terminaron obligados a recurrir a un ingeniero, una petición que el propio Colegio de Ingenieros de Álava "no había visto en la vida", pero que realizó con la consiguiente factura. Iraultza 1921 explica dicho proceso en el siguiente hilo: