Arranca el juicio por el asesinato en un pabellón de Gamarra

10 abril, 2023

El asesino confeso de 18 años mató a un conocido de 20 años con gran ensañamiento

Este miércoles arranca el juicio por el asesinato de un joven de 20 años en el polígono de Gamarra. El suceso conmocionó a Vitoria-Gasteiz el 23 de julio de 2020, y desde el primer momento el acusado reconoció el crimen. Quien se sentará en el banquillo tenía 18 años en el momento del asesinato y lleva desde entonces en prisión. Un asesinato que, según todas las pruebas, y según el mismo reconoció, fue premeditado.

asesino poligono gamarraEl suceso se produjo la tarde del 23 de julio de 2020 en un pabellón abandonado de la Calle La Peña. Allí fueron víctima y asesino juntos, tras haber estado antes bebiendo y fumando en la Plaza de Llodio. Según el informe del Fiscal, el asesino había drogado a la víctima, además de emborracharla obligándola a ingerir alcohol y una pastilla.

Ambos llegaron hasta la primera planta de un pabellón abandonado, donde la víctima apenas podía mantenerse en pie. En ese momento el asesino confeso le golpeó a la víctima con un objeto contundente. Después le arrojó a la calle desde la primera planta, cayendo a una altura de más de tres metros.

Ya en el suelo, el autor del crimen quedó varios minutos mirando a la víctima. Pero no se quedó ahí: el ensañamiento empezó tras comprobar que el joven aún estaba con vida, aunque indefenso por las heridas de la caída. El acusado arrastró varios metros a la víctima, y posteriormente le asestó varias puñaladas en el cuello y en el costado. Pese a este ensañamiento, aún seguía con vida. Así que el asesino lanzó una piedra de 12 kilos contra la cabeza de la víctima que, según el informe forense, acabó con su vida.

El agresor acudió posteriormente donde amigos de ambos, en Zaramaga, a quienes les contó qué había pasado. De hecho llevaba las mangas llenas de sangre, al parecer de la víctima. Estos mismos amigos dieron la voz de alarma a la Policía. Mientras tanto, el agresor se dirigió a su casa de Coronación, y fue detenido en plena calle. El joven confesó desde el primer momento el crimen, asegurando que era una deuda de drogas.

Ahora se enfrenta a la prisión permanente revisable. Un jurado popular escuchará todos los testimonios del caso, que el asesino justificó por una deuda. Víctima y asesino eran supuestamente amigos, aunque el acusado tenía cierto control sobre la víctima, según los informes psicológicos. La víctima sufría una discapacidad acreditada, mientras que el asesino confeso tenía diagnosticado un trastorno por consumo de estupefacientes.