Así ven los alaveses a la población extranjera

Ikuspegi ha lanzado una nueva edición de su barómetro sobre la inmigración. ¿Cómo ves a las personas extranjeras que llegan a Álava? ¿Cómo te tratan las personas nativas en Álava? En este caso el barómetro de Ikuspegi no atañe solo al territorio histórico, sino al conjunto de Euskadi.

El barómetro está elaborado a través de encuestas a la población de todo Euskadi, y busca saber qué visión tiene la población autóctona sobre la extranjera. En el informe recoge que, "a pesar de algunas opiniones generalizadas, la inmigración no es percibida como un problema significativo por los vascos y vascas". De hecho, solo el 1,7% de la sociedad lo ve como un problema personal, y un 5,9% lo considera un problema para Euskadi. Estas cifras son las más bajas registradas desde que empezó a realizarse el estudio.

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Asegura Ikuspegi que "en Euskadi se ha asentado un discurso funcional sobre la inmigración, reconociendo la contribución positiva de la población inmigrante al mercado laboral". Pero al mismo tiempo asegura que, al hablar de integración, "se espera que sea la población migrante quien realice el esfuerzo de adaptación a las costumbres y tradiciones locales". Además, dos de cada tres entrevistados creen que "las personas inmigrantes deberían abandonar partes de su religión o cultura que entren en conflicto con nuestra legislación".

El estudio también asegura que la sociedad nativa vasca "percibe a las personas de todas las procedencias como más integradas en la sociedad, incluso aquellas consideradas cultural o simbólicamente más distantes".

La población extranjera es del 12,4% en Euskadi, pero la percepción de los autóctonos llega al 21,4%

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En Euskadi la población de origen extranjero es del 12,4%, aunque la percepción según este estudio es que hay un 21,4%. La población vasca sí cree que seguirá llegando población extranjera en los próximos años, principalmente del Magreb, África Subsahariana y Latinoamérica.

Restaurantes sí, colegios y vestimentas de allí no

Lo que más gusta a la población autóctona es que esta población abra restaurantes exóticos o comercios propios. Lo que menos gusta, sin embargo, es que vistan como su país de origen, tengan sus propios centros de culto o sus propios colegios.

En cuanto al grado de integración por nacionalidades, destacan los argentinos, los europeos occidentales y los países hispano hablantes. La menor integración se atribuye a Marruecos y Argelia, según las personas consultadas por Ikuspegi, seguidos por los chinos. Esta respuesta va en consonancia con el grado de simpatía que muestra la sociedad autóctona hacia estos colectivos. Además, la mayoría de las personas nativas muestran un sentimiento de desconfianza hacia el Islam, aunque bien es cierto que la confianza ha aumentado en el último año.

Abusos en ayudas

El estudio también hace referencia a "los rumores acerca de posibles abusos al sistema de protección social". Y asegura Ikuspegi: "El estereotipo más extendido alrededor de la población inmigrante es la creencia de que 'viven de las ayudas sociales y abusan de
ellas' (72%), seguido a cierta distancia del rumor de que 'con la inmigración aumenta la delincuencia' (47,9%)".

Ikuspegi destaca "otros estereotipos con cierto nivel de difusión: 'no podemos aceptar más inmigrantes' (29,4%) o “se llevan los pisos de VPO' (24,7%), 'nos quitan el trabajo' (23,5%) o que 'no se quieren integrar' (23,3%)".

Sin embargo, este mismo estudio asegura que "la sociedad vasca rechaza la idea de un sistema exclusivo para las personas autóctonas". Además, el mismo informe considera necesario que los derechos a la salud, la educación y la asistencia jurídica sean universales. Eso sí, en cuanto al derecho a ayudas sí piden que solo tengan acceso las personas regularizadas, al igual que la reagrupación o el acceso a una VPO.

Empleos que los autóctonos no quieren

Las mujeres de origen extranjero son especialmente valoradas por su contribución a la sociedad vasca, en especial en el ámbito económico y en labores del hogar y cuidados. Al hablar del impacto económico, la población nativa cree que los extranjeros ocupan puestos de trabajo que la población autóctona no quiere. Y, al mismo tiempo, rechazan mayoritariamente que el aumento de extranjeros aumente el paro. Desde Ikuspegi también destacan que las mujeres musulmanas tienen más dificultades para acceder al mercado laboral y sufren más violencia machista.

El estudio también descarta que la inmigración frene el desarrollo del euskera o que vaya a contribuir a la pérdida de la identidad vasca.

Tan solo el 37% de la población es favorable a acoger solicitantes de asilo y refugio sin restricciones. Este dato aumentó mucho con el inicio de la guerra en Ucrania, pero ha vuelto a bajar.

“Si bien el índice de tolerancia parece haber retrocedido respecto al año anterior, -un año marcado por la invasión de Ucrania y la crisis humanitaria-, la tendencia general sigue siendo alcista, ya que el valor es superior al del periodo previo de la crisis”.

Datos del informe