Aumenta el abandono de animales en Álava

Aumenta el abandono de animales en Álava. Perros sobre todo, pero también lo sufren otras mascotas como gatos o conejos. La nueva Ley de Bienestar Animal ha sembrado el temor entre muchos dueños, que optan por desprenderse de sus animales de compañía.

El principal culpable es el artículo 30 de esta norma que entró en vigor el 29 de septiembre. Obliga a los dueños de perros a contratar un seguro de responsabilidad civil y realizar un curso de formación. Y eso que aún no han entrado en vigor.

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¿Por qué los abandonos?

La cuantía monetaria y las responsabilidades que conllevan estos requisitos dejan 'huérfanos' a muchos animales. Tendencia que ya han percibido las asociaciones protectoras de animales de Álava.

"Gente que no quiere o puede dejarse un dineral al año en el seguro, sí que está abandonando a animales", constatan desde Apasos a Gasteiz Hoy. Hace poco, "una chica encontró un conejo en su jaula junto a un basurero", indica Marta, su presidenta.

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También reciente fue el caso de unos gatos "que aparecieron en Alegría-Dulantzi, en el chalet de una mujer que ponía fuera comida para gatos. Ambos llevaban collar antipulgas, por lo que tenían dueño. En los pueblos hay bastante abandono de gatos sociales".

En Betilagun rescataron a Ronni en noviembre y le buscan un hogar. Foto: Betilagun

En otras ocasiones, los mismos propietarios contactan a las protectoras para que se hagan cargo de ellos. "Intentamos explicarles la situación actual, ayudarles, darles pautas y hacerles ver que no es tan complicado, para que mantengan al animal", añade Marta.

Llamadas que también reciben en Betilagun. "Sí que han aumentado los 'no puedo', 'no tengo tiempo', 'no lo controlo', 'me cambio de piso y no permiten animales', 'hemos tenido un niño'... Y quieren dejarnos a sus perros", reconoce Iraia, una de sus voluntarias.

¿Falta de cariño?

En Apasos buscan una familia para Hippie. Foto: Apasos.

Planteamientos que, a menudo, suenan a excusa. Ella, como adiestradora, sabe bien qué preguntar a los dueños para llegar al fondo del asunto: "Se dan cuenta de que no controlan al animal como pensaban, y lo del curso y seguro les ha frenado para compartir su vida con ese nuevo miembro". El temor de que la conducta del animal derive en multas precipita la decisión de desprenderse del perro.

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"¿Abandonarías a un ser querido porque ahora tengas que cumplir algún requisito?"

La solución, para Iraia, pasa por adiestrarlo. "La mayoría de veces es problema del dueño, que no ha sabido cómo tratarlo. Yo trabajo mucho con los dueños, porque el perro es un seguimiento, una extensión de ti y, si haces las cosas mal, él también. Un perro con mala conducta no está equilibrado, emotivamente hablando. Hay carencias que no cubres, porque son animales de costumbres", desvela.

Tanto ella como Marta hacen hincapié en el cariño a las mascotas. "Si a la primera de cambio lo dejas, entramos en terreno complicado, pero igual es que tanto no lo querías", apuntan en Apasos. "Requiere implicación, cuando lo has cogido es porque lo querías. ¿Abandonarías a un ser querido porque ahora tengas que cumplir algún requisito", plantean en Betilagun.

Ni curso ni seguro en vigor

Obligaciones que, para empezar, aún no han entrado en vigor. Ni el curso ni el seguro. No existen como tal. Al estar hasta hace poco el Gobierno en funciones, no había elaborado un reglamento específico que desarrolle estos dos conceptos recogidos en la ley.

Una vez fijados ambos, el curso de formación será gratuito y tendrán que realizarlo "los titulares de perros" para su tenencia. Sería tanto para los actuales propietarios como para quienes quieran tener en el futuro un animal. La ley habla del titular de la mascota, por lo que solo será una persona de cada hogar quien deba hacerlo.

¿Dónde hacer el curso obligatorio para dueños de perro?

La norma obliga a hacer un curso de formación a todo titular de perros, pero no hay aún reglamento que lo desarrolle

Su validez será "infinita". Es decir, basta con realizarlo una vez. Y no tiene nada que ver con los cursos de adiestramiento, educación u obediencia canina.

¿Y en cuanto al seguro de responsabilidad civil para perros, que no para gatos? Más de lo mismo. En Euskadi ya existía por la ley autonómica de hace un año. Aunque la norma estatal va más allá y habla de "daños a terceros, que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal".

"Cogeríamos a todos, pero no podemos. Solo si hay sitio en casas de acogida o son casos extremos"

"Debe ser un seguro específico para perros, los del hogar, aunque lo incluyan, no van a valer. Pero aún no está en vigor y habrá un margen de 2 años para poner todo en orden", indica Marta. Aun así, las dudas son tales que afectan también a las personas que quieren acoger o adoptar un animal.

"Nos preguntan qué tienen que hacer. Yo entiendo que cualquiera no puede pagar ese dinero. Ya llevamos a nuestros animales a clínicas privadas para tenerlos al día, y ahora piden más. Iban a bajar el IVA de las clínicas y ni eso han hecho. A quienes lo hacemos bien, nos exigen más", lamenta.

Las casas de acogida son clave

Encontrada bajo un coche, en Betilagun buscan un hogar a Kuki. Foto: Betilagun

Todo ello complica la labor de ambas protectoras de animales. Al fin y al cabo, son personas voluntarias, que dedican lo que pueden de su tiempo libre, y que trabajan con casas de acogida en las que no siempre hay hueco.

"Cogeríamos a todos, pero no siempre podemos. Solo si hay sitio en las casas de acogida (porque la ley tampoco permite demasiados animales) o son casos extremos", advierte Marta, para quien este voluntariado "es mi vida".

Teo apareció desnutrido en la calle. Foto: Apasos

"Si no tenemos casas de acogida disponibles, no podemos coger animales. Yo perros con dueños no cojo, sí aquellos que tienen unas necesidades o carencias", confirma Irati. "En septiembre-octubre teníamos 8 perros y todos salieron. Pero tenemos unos filtros y seguridad altos, no damos perros a la primera", detalla.

Antes recurren a la acogida, y es Betilagun quien proporciona el alimento y se hace cargo de los gastos del perro (veterinario incluido) hasta la adopción. "Nos aseguramos con las familias que el animal es feliz y, si necesita adiestramiento, se lo doy gratis", recalca.

En la asociación buscan que, quienes acojan y adopten, "aporten su tiempo y cariño", el resto "lo ponemos nosotros". Porque, para Iraia, "este es uno de los mejores voluntariados".