La Federación Alavesa de Baloncesto busca abaratar costes y un protocolo sanitario para los partidos
La Federación Alavesa de Baloncesto es la segunda con más licencias en Álava. Solo el fútbol tiene más, y sus equipos pueden ponerse en marcha desde esta última semana en Vitoria-Gasteiz. No ocurre lo mismo con el baloncesto. La mayoría de equipos entrena en los campos municipales, y estos todavía no tienen fecha de apertura.
Muchos equipos ya han preguntado a la federación por la vuelta a las canchas. Los jugadores tienen ganas: llevan tres meses sin practicar su deporte. Pero la Federación pide prudencia y llama a la calma: “Nosotros no tenemos potestad para decir si pueden jugar o no. Según la normativa se puede, pero hasta que el Ayuntamiento no abra las canchas municipales lógicamente no podrán entrenar ahí“, explica a Gasteiz Hoy el presidente de la FAB, Luismi Corres.
Su pensamiento está en preparar la próxima temporada de la manera más segura posible. Tanto en lo económico como en lo deportivo.. Las federaciones territoriales junto con la Federación Vasca de Baloncesto han realizado un estudio de mercado que permita la continuación económica del baloncesto amateur.
En Álava esto supone que la Federación subvencionará unos 20.000 euros de los 50.000 euros anuales que cuesta la práctica del baloncesto en la provincia. Es decir, la inscripción de los equipos en las ligas será más barata que en años anteriores.
La FAB quiere abaratar la inscripción de los equipos y ahorrarles también el reconocimiento médico
La intención es que no se pierdan equipos pese a la esperada reducción de patrocinadores que habrá el próximo curso. “Álava es la segunda provincia más barata para jugar a baloncesto, y en cambio el nivel de renta per cápita es de los más altos”, añade Corres. También quieren que el reconocimiento médico de la pasada temporada sirva para la próxima, también para ahorrar costes a los equipos.
Además, la FAB preparará en las próximas semanas un protocolo a seguir de cara a la vuelta a la competición. Incluirá seguramente la desinfección de materiales antes y después de los partidos o la prohibición de usar los vestuarios, entre otras cosas. Este protocolo se aplicará de cara al curso que viene y en función de cómo esté la situación sanitaria.
Curso que empezará en octubre, si no hay cambios bruscos en la situación. “Manejamos todo tipo de escenarios por si hubiera que aplazar el inicio de las competiciones, incluido un calendario que empezaría en enero”, afirma el presidente.