El Baskonia, ese alumno entre el suspenso y el aprobado

5 junio, 2019

La clasificación para el Top 8 de la Euroliga es la única nota positiva en una agitada temporada en el Buesa Arena

Han pasado tres días desde uno de los finales de temporada más decepcionantes de los últimos años. Baskonia cayó contra todo pronóstico contra Tecnyconta Zaragoza en cuartos de final, sin ni siquiera llevarse una victoria en la eliminatoria. Los maños fueron mucho mejores en el primer partido; en el segundo tuvieron la sangre fría suficiente como para rematar el trabajo en el último cuarto.

Las caras de Poirier, Shields y Jones al final del choque en Zaragoza lo dicen todo. (ACB Photo)

Fue un punto y final amargo a una temporada que debió haber sido muy ilusionante. La celebración de la Final Four en Vitoria-Gasteiz hacía soñar a la afición con ver al Baskonia en ella antes incluso de empezar la temporada. Pero en el club dejaron las cosas claras desde el primer momento; nada de locuras que peligren el futuro de la entidad. “Tenemos que ser conscientes de que nuestra trayectoria no termina en un año. Haremos el equipo que podamos según nuestras posibilidades", advirtió Josean Querejeta en junio de 2018.

Y así se plantó el Baskonia de Pedro Martínez en septiembre: con un núcleo principal de caras conocidas (Huertas, Granger, Vildoza, Janning, Garino, Sedekerskis, Shengelia, Diop, Voigtmann y Poirier) junto a las adiciones de Shavon Shields, Darrun Hilliard y Adjin Penava. Un grupo que, con la excepción de Shengelia y quizá de Poirier, no contaba con grandes nombres a principio de temporada.

Jalen Jones fue el único refuerzo para un club acostumbrado a fichar durante la temporada.

Algo que se evidenció con el pobre arranque en Euroliga (dos victorias y cinco derrotas) y la protestada destitución de Pedro Martínez en favor de Velimir Perasovic. Con el croata llegó la estabilidad en cuanto a los resultados, pero también las desafortunadas lesiones. Un factor que no se puede controlar, pero que ha sido decisivo en la temporada. Contar con ocho jugadores durante más de un mes ha provocado que los azulgrana lleguen escasos de piernas a esta recta final.

La adición del obrero Jalen Jones fue positiva, pero no suficiente. Un único jugador de rotación no bastó para dar oxígeno a una plantilla que no contaba con Penava ni con ninguno de los canteranos que subía Perasovic por obligación al primer equipo. Y así llegó el primer aviso: la eliminación en cuartos de final de la Copa del Rey. Un preludio de lo que estaba por ocurrir a final de temporada.

Aunque antes el equipo logró, con muchísimo mérito, el séptimo puesto en Euroliga y un cruce muy digno contra el CSKA. Esta ha sido la principal nota positiva del curso, la única razón por la que la temporada del Baskonia no ha sido un completo fracaso. Un papel decente en la competición europea permite al Baskonia bailar entre el aprobado y el suspenso en el curso. Solo porque es la más importante, por encima de la ACB y de la Copa del Rey.

baskonia unicaja cuartos

Shengelia y Poirier forman uno de los mejores juegos interiores de la Euroliga. Es probable que hayan jugado juntos por última vez.

 

  • ¿Y los jugadores?

Aquí, como en una clase de colegio cualquiera, hay de todo. Buenos y malos estudiantes. Hay algunos que, con recursos limitados, aprueban sin problema, como Jalen Jones o Patricio Garino. Otros han faltado demasiado a clase, pero cuando han estado han sido importantes y deberán serlo en el futuro (Shengelia y Granger). Matt Janning, aunque se ha perdido menos partidos, también entraría en este grupo.

También hay estudiantes capaces de lo mejor, aunque deberían ser más regulares, como Luca Vildoza y Darrun Hilliard. A alguno le costó empezar, pero después ha demostrado ser más que válido (Shavon Shields), mientras que a otros se les ha hecho demasiado largo el curso; puede que no vuelvan a clase (Johannes Voigtmann y Marcelinho Huertas). Otros apenas han aparecido, bien por nivel o porque el profesor no ha contado con ellos. Son los casos de Penava, Diop y Sedekerskis.

baskonia balance temporada

Diop apenas ha contado con oportunidades en las citas importantes. Igual que Sedekerskis o Penava, relegado al filial de LEB Plata. (ACB Photo)

Y después está Vincent Poirier. Aquel alumno que ha mejorado tanto este año que seguramente le adelanten un curso y no aparezca más por clase. La temporada del francés ha sido de sobresaliente, aunque empañada por el final, como la del resto.

Por último, el profesor. Velimir Perasovic no ha estado ni seis meses en el banquillo azulgrana. El club todavía no se ha pronunciado al respecto, pero el batacazo de cuartos de final podría costarle el puesto. Si en los despachos apuestan por la continuidad (como dieron a entender el último verano) debería permanecer para la próxima campaña. Pero los veranos en Zurbano no son fáciles para nadie.