El Baskonia muestra su peor versión ante el Olympiacos

12 octubre, 2017

Las bajas pesaron más para los azulgranas, que fueron superados en un gris partido de los dos equipos (75-64)

Imagen de archivo. (ACB Photo)

El Baskonia jugó posiblemente su peor partido en lo que va de temporada ante el Olympiacos. En el estreno de la Euroliga, Prigioni y sus jugadores cayeron en Creta por 75 a 64, a pesar del pobre nivel que mostró también el equipo griego. Los alaveses sufrieron excesivamente en defensa y rebote. Acabaron rematando estas carencias con una creatividad ofensiva inferior a la de anteriores encuentros.

Giorgios Printezis fue el mejor del partido con 17 puntos y 3 rebotes. En los alaveses, sobresalió Tornike Shengelia con 13 puntos, 5 rechaces y 4 asistencias.

Las bajas marcaron el partido para los dos equipos. Los azulgranas sumaron a Beaubois a las ausencias ya conocidas de Garino, McRae e Iván Martínez. Los de El Pireo, que no jugaron en su estadio por sanción, sufrieron las bajas de Spanoulis, Brian Roberts y Kim Tillie, lesionado en el calentamiento. Hace más de diez años que el equipo vitoriano no gana de visitante contra el Olympiacos.

El Baskonia tuvo un inicio muy impreciso, sostenido en los hombros de Shengelia. Aún peor fue el del Olympiakos, huérfano de su principal fuente creativa por la baja de Spanoulis. Solo se vieron cuatro canastas en los primeros cuatro minutos de juego, tres alavesas. Los de Prigioni volvieron a precipitarse en el primer cuarto, sin encontrar ritmo de juego. La elevada cifra de 8 pérdidas que cometió el Baskonia permitió a los griegos irse por delante en el marcador (16-12), sin que se viera baloncesto por ninguna de las dos partes.

El Olympiacos fue encontrando su sitio en los primeros minutos del segundo cuarto, pero la situación en el cuadro alavés no mejoraba. El fugaz experimento de Vildoza no funcionó y Prigioni recurrió de nuevo a su hombre de confianza, Marcelinho Huertas. Pero los problemas estaban atrás, en defensa y a la hora de permitir rebotes ofensivos. Con estas facilidades, el equipo local puso los dobles dígitos de ventaja sin mucho esfuerzo. Jayson Granger apareció en los últimos minutos para evitar que la diferencia fuera a mayores (41-33).

El Baskonia volvió a sufrir excesivamente en defensa y rebote, además de una creatividad ofensiva inferior a la ya vista

En la reanudación, Printezis sacó a relucir las vergüenzas interiores del Baskonia. El pívot griego causó estragos en la zona anotando y asistiendo a placer. Pese a los numerosos defectos, el Baskonia consiguió mantenerse en el partido a base de acciones individuales. Pero los problemas en defensa no reducían, lo que hizo imposible la remontada visitante. De nuevo, se echaban de menos jugadores talentosos como Beaubois o McRae, capaces de marcar diferencias por sí solos.

Nada más comenzar el último periodo se avistó una posible remontada azulgrana, pero Papanikolau mató las expectativas con un triple imposible que puso el 68-54 en el electrónico. Los últimos minutos fueron una repetición de lo sucedido en el resto del encuentro. Solo Huertas, tirando de carácter, logró reducir la diferencia cuando la remontada era casi imposible.

En los últimos instantes se confirmó la derrota del Baskonia (75-64), que comienza la Euroliga sin victoria y muy necesitado de refuerzos extra en la dañada plantilla.