Maccabi saca los colores al Baskonia en el Buesa

14 noviembre, 2019

El espectacular porcentaje de tiro de los israelíes no dio ninguna opción al equipo azulgrana, que sufre la derrota más dura de la temporada (83-113)

Baskonia sufrió la derrota más dura de la temporada ante el Maccabi. El marcador fue fiel reflejo del vendaval israelí que pasó por el Buesa Arena, totalmente silenciado tras la paliza. No empieza bien el conjunto de Perasovic en el primero de los cinco partidos consecutivos que jugarán en casa: se le vieron todas las costuras ante un equipo que está entre los mejores de la Euroliga, al menos actualmente.

Es además la derrota más abultada de Baskonia en su casa en la historia de la Euroleague. Un honor que tenía hasta ahora el infausto partido de Maccabi en 2002, aquel en el que la bandera israelí ondeó en las zonas vitorianas y donde los israelís ganaron 65-94.

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Tornike Shengelia mantiene su espectacular estado de forma sin prácticamente ningún acompañante azulgrana. Foto: @ACBcom

Es cierto que Maccabi ya no es el equipo irregular de los últimos años. Los isralíes han comenzado la temporada con un récord de 6-2 y tremendas sensaciones. Pero la imagen ofrecida en el Buesa la noche del jueves fue aún más descarada, y eso que tenían la baja de Omri Casspi. Baskonia tuvo algo de culpa con un ataque sin alternativas a Shengelia y una defensa demasiado generosa en despistes, aunque el acierto de los visitantes fue algo casi irrepetible: 17 triples anotados con un acierto del 58%.

El capitán del Baskonia fue el único en estar a la altura del choque. Acabó exhausto tras registrar 31 puntos y 8 rebotes, solo ayudado por Patricio Garino en la segunda mitad. El argentino acabó con 24 puntos y 6 rebotes. En el Maccabi sobresalió sobre todo Scottie Wilbekin, con 20 puntos y 6 asistencias.

  • Lesión de Shields nada más empezar

Las cosas no empezaron bien para Baskonia: Shavon Shields abandonó la pista en la segunda jugada del encuentro tras chocar en un bloqueo con Quincy Acy y hacerse daño en el hombro. Precisamente el interior del Maccabi y su compañero Tarik Black causaron muchas problemas en el ataque azulgrana, protegiendo la pintura.

Los isralíes estaban más cómodos atacando gracias sobre todo a Wilbekin. El base entró en racha anotadora muy pronto en el encuentro y prácticamente no bajó el pistón en toda la primera mitad. Volvió locos a Vildoza y a Henry. Perasovic lo recuperó para el encuentro pero el norteamericano no jugó su mejor partido, con algunos errores que agrandaron el parcial del Maccabi en el primer cuarto (21-28).

Los problemas para anotar en los gasteiztarras se agrandaron en el segundo cuarto. Era imposible encontrar tiros cómodos en la zona, siempre bien protegida, pero tampoco llegaban los puntos desde la línea de tres. Entre los errores en un lado y los aciertos en el otro (especialmente por Wilbekin) el Maccabi alcanzó una diferencia casi insalvable al descanso (32-55).

El increíble acierto de los visitantes (9/15 en triples y 57% en tiros de dos) era la clave de la diferencia, pero también el mal ataque del Baskonia. De nuevo, Perasovic no ofrecía más solución que darle el balón a Shengelia; el capitán azulgrana fue el único capaz de producir con regularidad en la primera mitad: 13 puntos y 4 rebotes, sin ningún jugador acompañándole.

En la segunda mitad Patricio Garino se unió a la batalla en solitario de Toko, pero sin efecto en el marcador. Maccabi siguió encestando a un ritmo y acierto inaguantables para cualquier defensa, aunque los azulgrana tampoco estaban especialmente lúcidos atrás. Los de Sfairopoulos no tardaron en ampliar la diferencia a 30 puntos y dejar todo sentenciado con el último cuarto todavía por jugarse.

Un último periodo que no ofreció cambios de guion: mismo acierto desmesurado de los amarillos e igual impotencia de los azulgrana, con Shengelia y otros jugadores principales todavía en pista. Perasovic no optó por dar minutos a Diop, Miguel González o jugadores con escaso peso en la rotación a pesar de estar el partido totalmente decidido. Con el resultado final llegó también el fin de la pesadilla para los baskonistas, que ven como su equipo se hunde ligeramente en Euroliga con un récord de 3-5. La semana que viene se adivina clave: recibe en el Buesa tanto al CSKA como al Zenit de San Petersburgo.