El Buesa Arena vive su primera fiesta del año en un agónico final

2 noviembre, 2017

Pedro Martínez debuta en Euroliga con victoria (85-84) gracias a la bandeja decisiva de Beaubois

La primera victoria del Baskonia en Euroliga llegó finalmente frente al Panathinaikos por 85 a 84. Y de qué manera. El Buesa Arena volvió a disfrutar como en sus mejores noches ante la primera e ilusionante victoria de Pedro Martínez. Una victoria que llegó de la mano (otra vez) de Rodrigue Beaubois, que anotó la bandeja decisiva a falta de un segundo y medio.

Sin McRae debido a unas molestias en el hombro, el Baskonia mostró un ataque de dos cabezas: la de Jayson Granger y la de Rodrigue Beaubois. Los dos fueron los máximos generadores ofensivos de Baskonia, tanto tirando como entrando a canasta. El primero anotó 20 puntos. El segundo 15, al igual que Shengelia.

Pedro Martínez apostó por Rinalds Malmanis en el quinteto inicial, como ya hizo en su día Pablo Prigioni. Sorprendió la ausencia de Tornike Shengelia en este, aunque aportó de igual manera desde el banquillo. El inicio de Baskonia volvió a ser demasiado generoso atrás. El Panathinaikos obtuvo canastas fáciles en los primeros dos minutos.

El equipo alavés se apoyó en las penetraciones de Rodrigue Beaubois para no comenzar el choque en desventaja. El francés era el único que no dudaba a la hora de atacar el aro. No obstante, apareció Jannis Timma para dotar al ataque de una amenaza extra y con 8 puntos consecutivos el letón puso a Baskonia por delante.

La ventaja llegó a ser de dobles dígitos gracias al acierto de Matt Janning o Jayson Granger, pero los griegos recortaron en los últimos minutos del cuarto para finalizar 27-24. Las sensaciones, no obstante, eran muy superiores a las de anteriores encuentros.

La entrada de Granger en estado de gracia y un incremento en la intensidad defensiva permitió al Baskonia sacar lo mejor de sí en el segundo cuarto. Los azulgranas eran un rodillo imparable que Pascual intentó detener con un apresurado tiempo muerto.

Tampoco le funcionó al entrenador catalán. Sus jugadores se precipitaban en el ataque, pero se mantenían en partido gracias a sus hombres más físicos, como Singleton o Antetokounmpo. Sin embargo, dos triples consecutivos de Beaubois aumentaron la renta a 10 puntos y provocaron un nuevo tiempo muerto visitante. Tras este, el Panathinaikos pagó al Baskonia con su propia medicina; tres lanzamientos exteriores que igualaron de nuevo el partido, que se marchó al descanso 47-45.

Las sensaciones fueron igual de buenas en la reanudación, aunque el marcador siguiera igualado. Destacó en estos minutos Matt Janning, al que se le acaba el tiempo en Vitoria si no extienden su contrato. Poco duró la alegría en el Buesa. Primero Antetokumnpo y luego KC Rivers anotaron para poner a los griegos por delante. El primero con sendos alley-oops a pase de Calathes, el segundo mediante lanzamiento exterior.

Con el ataque baskonista pasando su peor momento de la noche, surgió Jannis Timma para desatascarlo con un triple que levantó al Buesa. El pabellón vivía sus momentos más calientes, disconforme con algunas decisiones arbitrales. Aun así, fueron las individualidades de los jugadores locales el peor enemigo. Volvía el Baskonia más gris, y con él, la ventaja de los griegos para el último cuarto (63-67).

La imagen de Baskonia mejoró en el periodo decisivo, pero el Panathinaikos era ahora quien llevaba la iniciativa. Martínez cargó su ataque en el juego interior. protagonizado por Shengelia y Poirier. El francés es, de largo, el pívot más en forma de la plantilla, aunque falló algunas canastas fáciles. Pedro Martínez dio pocos minutos ayer tanto a Diop como a Voigtmann.

A falta de cuatro minutos, Baskonia reaccionó. Un triple de Janning y un 2+1 de Shengelia sacó lo mejor del Buesa, que veía al alcance el primero triunfo en Euroliga. A pesar de todo, Panathinaikos tiró de calidad para seguir por delante. Con un minuto por jugarse los griegos ganaban de 4 puntos.

Entonces se desató la magia en el Buesa. Granger recortó la diferencia a un punto con 30 segundos por jugar. Un tapón de Shengelia anuló la bandeja de Nikos Pappas y Beaubois, de nuevo el francés, mató el partido con una entrada en contraataque. El tiro de no entró y el triunfo se quedó en Vitoria por 85 a 84. El Buesa respiró como hacía años, y celebró.