Las Blancas, Nieves, Edurnes y Zuriñes se dan un homenaje

"Nací el 1 de febrero y, como el 2 era santa Purificación Candelas, me iban a llamar así. Pero, de camino al registro, a mi padre se le olvidó. Ese día había nevado, estaba todo blanco y pensó que era un nombre muy bonito". Esta es la anécdota familiar que cuenta Blanca Hidalgo Salazar.

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Ella es una de las 589 mujeres que, según el censo del INE (2021), tienen ese nombre en Álava. Las Nieves son 141, 564 se llaman Zuriñe y 470 Edurne. Y todas ellas tienen en común que comparten el nombre con la patrona de Vitoria-Gasteiz.

Por eso, medio centenar de ellas se han reunido este sábado para darse un homenaje. Un encuentro que la Cofradía de la Virgen Blanca organiza desde 2015. Si bien la primera noticia documentada del inicio de esta celebración data del 12 de agosto de 1950.

Blanca Hidalgo con su hija Zuriñe Tamayo.

La primera parada, como no podía ser de otra forma, ha sido junto a la hornacina de la Virgen Blanca. Allí Blanca Hidalgo esperaba junto a su hija, Zuriñe Tamayo. Ambas flor en mano. "Nací en agosto, primero me pusieron Blanca y luego ya me cambié", sonríe. Ellas, como todas las presentes, están "muy contentas y orgullosas de tener este nombre".

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Año Jubilar en Estíbaliz

Zuriñe Idiaquez con los ramos para la Virgen Blanca y la de Estíbaliz.

Mari Nieves Remiro, a sus 88 años, es una habitual de esta jornada. "Nací en Amurrio, pero mis padres quisieron ponerme el nombre de la patrona de Vitoria-Gasteiz, que es más bonito...", sonríe mientras accede a la capilla de la Virgen Blanca. Cerca, Zuriñe Idiaquez, que participa por segunda vez. Ramos no le faltan. "Llevo uno para la Virgen Blanca y otro para la de Estíbaliz, las dos son muy importantes y queridas", apunta.

Porque este año la celebración es aún más completa si cabe. Y es que, tras la pequeña celebración en San Miguel y la foto de grupo de rigor para el registro, la comitiva emprende rumbo a Estíbaliz. Allí les espera un desayuno, un sorteo y la misa de la apertura del Año Santo Jubilar en el Centenario de su coronación canónica.

"Me pareció algo muy emotivo y me apunté", reconoce Edurne Berbetoros, de 39 años, que se estrena en este encuentro. Su madrina, además de la Virgen Blanca, fueron las 'culpables' de su nombre. "Me encanta", se despide. La celebración no espera.