Blusas y Neskak: ¿Cómo han cambiado desde los 80 y qué mejorar?
Jesús Prieto Mendaza no descarta un cambio del traje por una camiseta y sandalias, y pide repensar el paseíllo tras el bajón en los espectadores que se acercan
La Plaza de España no vivirá este 25 de julio los reencuentros tradicionales en las cuadrillas de blusas y neskak. Algunos se pondrán las abarcas, pero solo se juntarán con amigos o familias, en grupos reducidos. Es tiempo de pensar en 2022 y, por qué no, de analizar posibles cambios en las fiestas de la ciudad.
El antropólogo Jesús Prieto Mendaza es un blusa que ha analizado mucho las costumbres de las cuadrillas. Y ha publicado dos libros al respecto. Sara Esteban ha hablado con él, en el recorrido que este 25 de julio deberían hacer los blusas y neskak por Dato.
Recordamos con Jesús Prieto Mendaza los tiempos de excesos en los 80, aquellos años en los que era habitual estampar las alubias contra la pared del restaurante. Años en los que el alcohol era mucho más abundante que ahora: "Quien dice que los jóvenes de ahora beben en exceso es que no han conocido nuestras fiestas. En los años 80 el exceso de alcohol era evidente". Eran años de vino, licores y alcohol duro: "Ahora la gente pide agua o 'cerveza sin', pero en los 80 lo raro era que un blusa no bebiese alcohol". Prieto Mendaza también aprecia un cambio en las cuadrillas con la entrada de las neskak, momento en el que actitudes hoy impensables dejaron de realizarse.
El perfil del blusa y la neska actual es muy variado, mucho más cercano a la sociedad. Y es que un blusa o neska "no es un paracaidista" de la sociedad. Los excesos, en general, han pasado a la historia. Ahora los responsables de las cuadrillas vigilan que no los novatos no se pasen-
Pero también es momento de analizar qué mejorar. Incluso, Prieto Mendaza no descarta que en los próximos años cambie la vestimenta de las cuadrillas, para despojarse de unos trajes (tanto de ellos como de ellas) muy incómodos en días de calor. "El traje de blusa y de neska podría quedar para días concretos".
Prieto Mendaza echa también de menos el ambiente de la Plaza de Toros, que ha restado igualmente protagonismo al paseíllo. Un paseíllo que, en los últimos años, ha perdido muchos espectadores: "Vamos a un sitio al que no llegamos y volvemos de un sitio en el que no hemos estado".
Los blusas y neskak son, eso sí, el alma de la fiesta. Y Prieto Mendaza alerta: "Unas fiestas organizadas desde el Ayuntamiento pierden la magia". Esa magia la pondrán los blusas y neskak que, tras dos años de parones, están a tiempo de reinventarse para no quedarse anclados en el pasado.
Prieto Mendaza también se moja sobre el fin de la carrera de burros. "La carrera de burros durante muchos años los más burros no tenían cuatro patas, estaban encima. Se maltrataba al borriquito, pero hace mucho que eso cambió", explica. Y asegura que en Álava había "una cierta industria alrededor de los pollinos. Yo no estoy de acuerdo con que últimamente se maltrataba a los burros. Esto hace tiempo que cambió". Aquella carrera "tenía esa magia, pero se ha conseguido recuperar magia con la carrera de barricas". Y considera que "se ha criminalizado en exceso" a Batasuna por sacar a dos bueyes al estilo del siglo XIX. "Desde el punto de vista etnográfico es una maravilla, y criminalizar eso como maltrato me parece un exceso"
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