¿Es compatible la fiesta y el botellón en el Casco con el descanso de los vecinos?

13 diciembre, 2016

Los vecinos piden una campaña para compatibilizar el derecho al descanso, al disfrute y al negocio

El ocio nocturno ha variado de forma importante en los últimos años en Vitoria-Gasteiz. Los jueves se han convertido en un día de gran actividad, al tiempo que la oferta ha caído los viernes. Pero además la ley antitabaco y el botellón ha sacado a la calle la fiesta.

Los vecinos del Casco Viejo han denunciado hoy en el Ayuntamiento la imposibilidad de conciliar su descanso con la fiesta en el barrio. Y su objetivo no es el de acabar con la fiesta, sino el de concienciar a los ciudadanos que, cada fin de semana, acuden al casco.

"El derecho al descanso, al disfrute y al negocio se tiene que compatibilizar, pero muchos no somos conscientes de que estamos contaminando al vecino", ha asegurado Alberto Ruiz de Olano, de Arquillos Bizirik. Simplemente hay que recordarles que "no se puede gritar en la calle a determinadas horas".

El problema ya no está en la falta de aislamiento de los locales, tal y como reconocía la plataforma coordinada por el Síndico: "Los requerimientos de aislamiento acústico dirigidos a los locales se han mostrado insuficientes para atajar los problemas que originan estas nuevas variantes de ocio".

Los vecinos piden que se opte por la concienciación, porque el ruido "atenta contra la salud": "No vamos en contra del buen ambiente ni de la fiesta en el Casco Viejo: Estamos de acuerdo en que sea una zona de encuentro, de diversión y de marcha".

"No es tanto el problema de que se junte gente joven, sino que generan suciedad y mucho ruido", ha asegurado el concejal Iñaki Prusilla en referencia al botellón. Alberto Ruiz de Olano, de Arquillos Bizirik, ha asegurado que el botellón es un problema añadido, con importancia más allá de Álava. Jóvenes de época universitaria que, sobre todo los jueves y sábados, se acercan a zonas como Los Arquillos, El Campillo los cantones o la 'Plaza del Tuerto'. Ruiz de Olano ha destacado incluso la existencia de "viajes exprés para asistir a la noche vitoriana de los jueves".

  • Semáforo del ruido

Una de las cuestiones que se ha descartado en principio es la instalación de los llamados semáforos del ruido. Estos semáforos se ponen en rojo cuando hay muchos decibelios. El concejal Iñaki Prusilla cree que este semáforo resulta inútil para gente en estado de embriaguez, ya que podría tener el efecto contrario, y que los jóvenes jueguen a hacer saltar el semáforo en rojo a base de gritos.

Los vecinos piden una "campaña ciudadana para concienciar a los jóvenes de que no molesten a los vecinos". Esta campaña debería ir acompañada por charlas en colegios y universidades. Los vecinos también creen que la normativa existente a día de hoy es suficiente, pero sin embargo no se cumple. "Es necesario que haya más previsión con el control de las horas y esperamos que vayamos cambiando y que hay gente que necesita dormir cerca".

El Ayuntamiento ha asegurado que destinará en 2017 30.000€ para activar y recuperar los sonómetros existentes en el Casco Viejo. De los dos sonómetros uno dejó de funcionar en 2013 y el otro no ofrece datos fiables.

El Ayuntamiento no ha hecho mención sin embargo a la idea propuesta en 2015 de cerrar Los Arquillos.

  • Mapa del ruido

Según los datos policiales el mayor nivel de ruido llega a partir de la medianoche. En la ladera Oeste el ruido afecta a toda la Zapa y la Corre en su tramo del Cantón de Anorbin (Iguana), así como a la Virgen Blanca. Toda la zona de la Cuesta y Mateo de Moraza aparece también en rojo, así como los primeros tramos de la Kutxi, Nueva Dentro, la Pinto y Nueva Fuera. También parte del ‘Resbaladero‘ registra datos superiores a lo necesario. En lo alto del Casco Viejo también el entorno del Gaztetxe supera los niveles máximos.

Otras zonas con ruidos a partir de las 12 y más tarde son el entorno de las discotecas: Jimmy Jazz, Kubik, Séptimo Cielo, People, The End o la Plazuela de la Estación son zonas señaladas, así como la Kutxi.