Esta semana volvía a caerse una farola en Lakua-Arriaga. Otro incidente más en un barrio que ya ha denunciado en numerosas ocasiones el mal estado de las luminarias de todo el barrio. Farolas modelo Chupa-Chups que llevan 35 años instaladas y que el paso del tiempo ha ido oxidando en su base.
En los últimos tres años han caído al menos cinco farolas y el estado de muchas de las que aún siguen en pie advierten de que se van a seguir produciendo estos incidentes. Una de estas caídas provocó un susto al caer cerca de unos niños que se encontraban jugando en la zona, pero ninguna de ellas ha provocado heridos por ahora.
Desde el Ayuntamiento ya se comprometieron a revisar el estado del mobiliario del barrio, pero por ahora no ha habido ninguna actuación para sustituirlas.
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