Calefacción en Vitoria a 19 grados

Con el calor y el sofoco instalados desde hace días en Vitoria-Gasteiz, lo último que apetece es pensar en calefacción. Pero hasta hace apenas dos meses, raro era el hogar gasteiztarra que no la mantenía aún encendida. Al menos un rato. Y el otoño invitará a lo mismo. Solo que entonces habrá que poner el termostato más bajo. Puede que sea necesario no superar los 19 grados. Y en la capital alavesa, en pleno invierno, esa cifra se antoja, cuando menos, escasa.

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La bajada del termostato en los hogares es una de las propuestas que recoge Bruselas dentro de su plan 'Ahorra gas para un invierno seguro'. El proyecto, hecho público este miércoles, busca que los países de la Unión Europea reduzcan un 15% su consumo medio de gas respecto del mismo periodo en el último lustro . Y da fechas concretas: entre el 1 de agosto y el 31 de marzo de 2023.

Por ahora, las propuestas son voluntarias, pero en caso de alerta, podrían ser obligatorias

Para conseguirlo, invita a los gobiernos a emprender campañas que conciencien a las familias a la hora de usar la calefacción y el aire acondicionado. Este no debería pasar de los 25 grados. Y cada grado más bajo supone un 7% mas en la factura. El Ejecutivo europeo recalca la necesidad de que los edificios públicos adopten estas medidas, e incide en los incentivos a la industria para que usen combustible alternativo cuando sea posible. Porque, indican "la energía ahorrada en el verano es la energía disponible para el invierno".

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Por ahora, las propuestas para obtener esta disminución del 15% son voluntarias para los Estados. Pero desde Bruselas aconsejan que los países miembros de la Unión Europea se preparen para un invierno que puede estar marcado por la decisión de Rusia de cortar el suministro.

En caso de  detectarse un grave riesgo de escasez, o una demanda excepcionalmente alta de gas, la UE declararía una "alerta" sobre la seguridad del suministro. Entonces, la Comisión euorpea sí podría imponer metas obligatorias para racionar el gas y reducir su demanda.

Un grado más de calefacción supone un 8% más en la factura

Por ello en Bruselas insisten en que la Unión Europea, sin alternativas de suministro a corto plazo, aún puede minimizar el impacto de este posible corte. Pero solo si adopta desde ya diversas medidas e incentivos.

Concienciar a los hogares

Para lograrlo, sugieren que, cuando sea "técnica y legalmente posible", los edificios públicos y los comerciales, así como las oficinas, bajen el termostato durante el invierno. Además, insisten en que "cada ciudadano y cada hogar" pueden ahorrar gas. Para conseguirlo, abogan por realizar campañas de concienciación para que los hogares bajen un grado su temperatura. Cada grado más alto de calefacción representa una factura un 8% más elevada.

En este plan hacen referencia al volumen que de este combustible gastan los sistemas de calefacción y refrigeración. Si bien reconocen que los hogares, la calefacción urbana y algunos servicios sociales esenciales son consumidores protegidos. Por ello, serían los últimos en sufrir racionamientos en caso de que fuera necesario adoptar esta medida.

Bruselas propone sustituir el gas por carbón o energía nuclear

El informe de Bruselas recalca que este ahorro de gas puede materializarse ya durante el verano reduciendo el consumo eléctrico de los sistemas de refrigeración. En invierno, sería aún mayor si se usan "fuentes alternativas de calefacción". Como las bombas de calor en los edificios.

Además, defienden la importancia de incentivar a empresas e industrias para que recorten este consumo y sustituyan el gas por otro combustible. Y, si bien da prioridad a las energías renovables o más limpias, reconocen que podría ser necesario recurrir al carbón, petróleo o energía nuclear "como medida temporal".