'Toma el Control' de tu vida en el móvil: riesgos que los padres ni se imaginan

Eres madre o padre de un pre adolescente y le acabas de hacer el regalo de sus sueños: su primer smartphone. Tu hija o hijo te ha comido a besos, de esos que ya no te daba desde que entró en la edad del pavo, y todo es felicidad. Pero no tienes ni idea de qué es el 'sexting', el 'grooming' o desconoces dónde se esconden los nuevos riesgos que se camuflan en las redes sociales. ¿Crees que los profesores de tu adolescente los conocen? Posiblemente tampoco. Para ti y para ellos nace 'Toma el Control', una campaña de Fundación Vital para aprender a proteger sin fiscalizar.

PUBLICIDAD - SIGUE LEYENDO ABAJO

La campaña está centrada en cuatro amenazas diferentes que pueden experimentarse en internet. Son el sexting, el grooming, la violencia de género en el mundo virtual y el acoso digital. También tratará otros problemas como los haters y trolls, el culto al cuerpo, la suplantación de identidad o la reputación digital. Son situaciones enfocadas siempre a los adolescentes. Al fin y al cabo son los que más usan las redes sociales y también los más vulnerables en el entorno digital.

Toda esta información, en profundidad, la proporcionará el experto en educación digital Julen Linazasoro, que impartirá charlas tanto a los estudiantes y profesores como a sus padres y madres. "Aprenderán a controlar sus redes y sus smartphones, además de cómo defenderse en el mundo virtual", explica. La campaña de Fundación Vital se desarrollará a través de los centros educativos con alumnado de secundaria a lo largo de este 2019.

En esta fase de lanzamiento de 'Toma el Control' hay ya 40 centros educativos inscritos en los que están programadas más de 100 charlas. Las charlas van dirigidas tanto a alumnos como a profesores, padres y madres. Los centros alaveses interesados pueden informarse y solicitar los talleres de manera gratuita en el teléfono 622 871 713 o a través del correo electrónico julen@macsonrisas.es. ¡Seguid leyendo para tener un adelanto!

PUBLICIDAD - SIGUE LEYENDO ABAJO

La directora de la Fundación Vital, Josune Albizu, y el educador digital Julen Linazasoro.

• Qué es el sexting y cómo prevenirlo

El sexting es el intercambio de mensajes de contenido sexual. El 31% de los menores entre 11 y 16 años ha reconocido haber recibido o enviado mensajes de este tipo, según un estudio de la UPV/EHU. Una práctica que puede derivar en la sextorsión: esas imágenes luego pueden ser difundidas y la persona que aparece en ellas recibir chantajes para evitar que lleguen a más gente. Esta última es un delito recogido en el Código Penal.

Los fundamental para evitar el sexting y la sextorsión, evidentemente, es no enviar fotos comprometidas. Ni siquiera a tu respectiva pareja, por si un día se acaba la relación y él o ella decide vengarse compartiendo esas fotos. Sobra decir que a los desconocidos tampoco hay que enviarles ninguna foto de nuestro físico.

• ¿Y el grooming?

El grooming es una amenaza aún peor que el sexting. Ocurre cuando hay un acercamiento sexual (y digital) de adultos a menores, que puede acabar en pederastia (tanto virtual como real), en prostitución infantil o en búsqueda de material pornográfico.

En muchas ocasiones estos adultos se crean perfiles falsos tanto en las redes sociales como en los juegos online para tener un primer acercamiento con el menor. Emplea buenos modales o regalos virtuales para ganarse la confianza de los jóvenes y engañarles para conseguir su propósito. Como casi todos los delitos de internet, es una tendencia que va a más: en 2017 se detectaron 285 casos de grooming; un 31% más que en 2013, según el Ministerio del Interior.

Lo esencial para evitar el grooming es no enviar fotos subidas de tono que desvelen tu identidad ni dar datos personales. Mantén siempre las distancias con los conocidos virtuales hasta asegurarte de que estás hablando con quien realmente dice ser.

• La violencia de género también existe en internet...

Y es muy real. No se trata de violencia física, aunque puede ser igual de dañina. Revisar las conversaciones de nuestra pareja, enfadarnos si no responde inmediatamente a un mensaje o preguntar constantemente qué hace para tenerla controlada también son casos de violencia de género. Se dan tanto en hombres como en mujeres, sobre todo en las parejas jóvenes.

Lo mejor para evitar estos casos es proteger nuestra privacidad: nuestras contraseñas y perfiles en la red son solo nuestros; nuestra pareja no debe tener acceso a ellos. Tampoco hay que dejar que él o ella nos aleje de nuestro entorno habitual de familiares y amigos, ni que instale en nuestro teléfono móvil aplicaciones de seguimiento o de control.

• Y el acoso (o bullying) no solo existe, sino que es permanente

Esa es la gran diferencia respecto al bullying tradicional. Si un menor sufría acoso en el colegio al menos solo lo hacía mientras estaba allí. Ahora, con las nuevas tecnologías, el bullying puede extenderse durante las 24 horas del día y volverse aún más insufrible. Además puede llegar aún a más público y puede ser más difícil de detectar para padres y profesores. En el 97% de los casos la gravedad de este ciberacoso es media o alta, lo que provoca menos rendimiento en las aulas e incluso trastornos en el sueño y en la alimentación, dolores de cabeza y depresión.

La manera de prevenir el ciberacoso es similar a la del acoso tradicional: evitar entrar en provocaciones, pedir ayuda a personas de confianza y ponerte en el lugar del afectado si es que el acoso lo recibe otra persona. Pero para frenar dicho acoso por internet también se recomienda evitar difundir los datos personales y las bromas, además de usar las opciones de privacidad de las redes sociales.

• ¿Qué papel tienen los padres y madres en todo esto?

Las herramientas digitales que emplean los adolescentes muchas veces escapan a la comprensión de sus padres y madres. Por eso es tan difícil conectar con ellos en estos temas y lograr su confianza. ¿Cómo rompemos esta barrera?

"Cuando hablamos de adolescentes es mucho más importante educar que controlar. Solo hay que controlar el tiempo que están con el móvil y qué hacen con él a los niños. Los jóvenes necesitan más libertad, pero que sepan en todo momento los riesgos que tiene internet y cómo tratarlos. Lo mejor es establecer una conversación con ellos cada cierto tiempo sobre qué es lo que han aprendido en redes sociales y saber sus experiencias. Es complicado que las cuenten, pero es bueno ganar esa confianza", explica Linazasoro.

Para lograr esa confianza es fundamental conocer el entorno en el que ellos interactúan: "El problema que tenemos los adultos es que muchas veces desconocemos los riesgos de internet. No podemos enseñar algo que no sabemos. Por eso primero debemos informarnos sobre los peligros de las redes sociales, para luego educar a los hijos y que no los cometan. Los padres tienen que aprender todo esto y comprometerse a cumplirlo con sus hijos. Y si quieren ponerles restricciones también deben cumplirlas. Por ejemplo, si le prohíben usar el móvil a la noche que tampoco lo usen ellos".