Carta de agradecimiento de un paciente a los sanitarios

Hola:

Esta es una de esas cartas que no cuesta nada escribir, una carta que casi se escribe sola, una carta que sale del corazón. Un corazón enfermo que, con ayuda de estos maravillosos profesionales que tenemos en la sanidad pública, pronto volverá a latir sin problemas y a responder al 100% en esas jornadas de monte que tanto sosiego proporcionan en estos tiempos que nos están tocando padecer.

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Hace aproximadamente un mes se me dio una de las peores noticias que se le puede dar a una persona acostumbrada a un ritmo de vida, en cuanto a lo deportivo, bastante activo. Una de las válvulas del corazón, la mitral concretamente, estaba dañada (daño severo algo que no es baladí) y no había otra opción para repararla que operar; una operación que, aunque habitual para los cirujanos cardiotorácicos, es bastante complicada y entraña ciertos riesgos. Pues bien, desde el momento en que recibí esa mala noticia el sentimiento de arropo que me proporciono todo el personal que me atendió de ese día en adelante ha sido impresionante.

El pasado martes 2 de marzo tuve que ingresar en el hospital de Txagorritxu para que se me realizaran unas pruebas complementarias para engrosar el informe que manejaran los cirujanos cardiotorácicos que tendrán que intervenirme. Ingresé en la sexta planta, habitación 662, era un manojo de nervios, yo también soy sanitario y sentí en mis propias carnes ese sentimiento que tienen un montón de pacientes cuando acuden a nosotros a realizarse algún tipo de prueba a la espera de un diagnostico incierto. Del mismo modo también sentí esa calidez, empatía y profesionalidad con la que los profesionales sanitarios y no sanitarios tratan a todos los pacientes que como yo acuden a nuestro servicio de salud.

Esos profesionales denostados y poco valorados que, a pesar de haber hecho frente a una de las peores situaciones que se puede vivir como profesional, no han cejado en su empeño y aun estando psicológicamente y físicamente agotados siguen ofreciendo su mejor cara y dando su mejor respuesta.

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Por todo lo anteriormente citado, lejos de ese olvidado aplauso, de las ocho de la tarde, en tiempos de confinamiento valga para tod@s ell@s mi más humilde agradecimiento; un agradecimiento que en ningún caso llega de las jefaturas, ni de la consejería de sanidad y mucho menos del gobierno vasco; llega desde donde debe llegar: de los pacientes, de los usuarios y de los familiares que reconocen el trabajo y la entrega de est@s impresionantes trabajadores/as.

Agradezco por lo tanto al Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Álava sede Txagorritxu en general y en particular a l@s profesionales que me atendieron desde el ingreso y hasta mi alta: celadores/as, auxiliares de enfermería, enfermer@s, medic@s anestesistas, personal de limpieza, tod@s y cada un@ de los miembros de diagnostico por imagen del servicio de cardiología, TER y por último, pero no por ello menos importante a todo el servicio de HEMODINÁMICA que me hicieron sentir muy cómodo y minimizaron mucho los nervios y el miedo con el que acudí a ell@s.

De un compañero que os admira y un paciente que humildemente reconoce vuestra inmensa labor muchísimas gracias de todo CORAZÓN.