Carácter Baskonia
El Buesa Arena vivió su puesta de largo, rodeado de un ambiente sensacional en la tarde de lunes santo, con una gran victoria del Baskonia sobre el Real Madrid por 67-66
Motos, mascotas de la Warner, muchas camisetas rojas y 15.504 espectadores con un clásico ACB como plato fuerte, fueron los ingredientes de una tarde muy positiva para el baskonismo. Las señas de identidad (garra, carácter, ambición) con las que se identifica el público aparecieron en el Buesa Arena para amarrar una victoria que permite soñar con el segundo puesto todavía.
El partido no fue brillante, ni mucho menos, pero tuvo emoción y pequeñas dosis de espectáculo. De comienzo, el Real Madrid arrancó atascado y le costó un mundo anotar (3 puntos a los 7 minutos, 7 puntos al final del primer cuarto), mientras el Caja Laboral lo aprovechó para firmar las primeras distancias con un quinteto novedoso y muy alto (Prigioni-Nocioni-Nemanja-Teletovic y Lampe) para frenar a la dupla Singler-Suárez. Al final del primer cuarto, 14-7 y 34-25 al descanso con un buen Caja Laboral que frenaba, con buenas ayudas, el juego interior madridista ante la nula aportación del tiro exterior blanco.
El paso por los vestuarios cambió las tornas. Un triple de Llull de salida permitió comprobar que las cosas iban a cambiar. El Real Madrid anotó diez puntos en poco más de dos minutos e igualó las fuerzas en una segunda parte de toma y daca. Los de Laso encontraron el equilibrio entre el juego interior-exterior y, más cómodos sobre la cancha, comenzaron a desplegar su rápido juego aprovechando los minutos de Prigioni en el banquillo, para firmar 25 puntos en el tercer cuarto y llegar al último periodo con las espadas en todo lo alto.
Diez minutos de pasión con alternancia en el marcador, mucho contacto y dos hombres liderando al Caja Laboral: Prigioni-Nocioni. Los dos argentinos, enchufadísimos, aportan esa dosis de carácter ganador, acompañado de calidad, a un equipo algo frío. Si estos dos lideran al Baskonia las posibilidades de este equipo aumentan y "para muestra un botón". Sin embargo, la victoria estuvo en el aire hasta el final. En unos últimos dos minutos de errores, el marcador se quedó atascado en 67-66. Los madridistas erraron su ataque y Nocioni capturó un rebote fundamental con 46 segundos en el electrónico. Prigioni agotó posesión, lanzó un triple que se quedó corto y el rebote correspondió a los blancos que disfrutaron de ataque para ganar. Llull se la jugó en primera instancia pero su lanzamiento no entró y Nemanja Bjelica rebaño el balón lanzándolo fuera de banda. 0,8 en el reloj y tiempo muerto. Laso acertó la jugada y con un "alley-up" lanzado directamente por Suárez, el balón llegó a Llull que superó el marcaje de Prigioni pero no acertó con la bandeja y provocó la explosión de equipo y aficionados. La victoria en un día especial se quedaba en Vitoria.
Gran victoria, más por lo que significa y por las ganas demostradas que por juego en sí. Este equipo es el mismo que perdió en Alicante hace una semana. La línea irregular hay que abandonarla si se quiere aspirar a estar en la Final ACB. La llegada de Nocioni y el, parece que confirmado, paso adelante de Nemanja Bjelica deben ayudar pero se necesita a todos, incluyendo a esos 15.504 que hoy han empujado como en las grandes ocasiones, arengados por unos argentinos con sangre azulgrana.
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