"Con la caravana estoy descubriendo rincones de Álava maravillosos"

El miedo al coronavirus y la incertidumbre sobre cómo va a evolucionar la pandemia ha hecho que muchas familias cambien su forma de viajar este verano. La demanda de alquiler de autocaravanas se ha disparado en los últimos meses por viajeros que buscan una forma segura de disfrutar del verano. ¿El único peligro? Dicen que quien la prueba ya no se baja de ella.

Patxi y Jagoba son dos gasteiztarras que conocen de primera mano el mundo del caravaning. Jagoba descubrió hace tres años esta manera de viajar. Fue con un amigo en caravana a Pamplona a ver al Alavés. Coincidió con que su turismo se había estropeado y tenía que comprar otro, así que se hizo con una California Ocean.

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A partir de ese momento comenzó a viajar con sus dos perras, "me las puedo llevar siempre conmigo. No tenemos horarios y ya no tengo ese agobio de tener que andar reservando hoteles, siempre encontramos sitio en algún lado", afirma.

Jagoba viaja en esta caravana junto a sus dos perras./Jagoba

Patxi no conoce otra manera de viajar. Desde pequeño ha ido con sus aitas de camping, de adolescente con sus amigos y ahora se mueve con su familia en caravana. Lo que más le gusta es que "no hay estrés ni agobios a la hora de organizar las vacaciones".

El último viaje de este gasteiztarra fue a Croacia. Decidió el destino el día antes de echarse a la carretera. Otro ejemplo es su viaje al Algarve del año pasado, "íbamos a ir a Galicia, pero entró un frente frío y nos bajamos a Portugal. Tienes total libertad de cambiar de rumbo".

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Patxi además tiene una niña de 5 años y otro bebé que nacerá en agosto. Para él y su mujer, la peque "es otra cuando nos vamos con la caravana. La vemos libre en plena naturaleza, ve animales, da de comer a los caballos y descubre cosas que en un hotel sería imposible".

Jagoba viajó a Formentera justo antes del confinamiento. Cogió la caravana, las dos perras y puso rumbo a la isla balear. "Conoces gente y lugares maravillosos. Creas tu pequeña familia en cada lugar al que vas", explica.

Una vez levantado el estado de alarma, Jagoba ha aprovechado para viajar por Álava con los amigos. Cada fin de semana conocen un nuevo lugar de la provincia. "Hemos estado en Izki, Estíbaliz, en el pantano de Sobrón y en el nacedero del Ziraultza. Estoy descubriendo rincones de Álava maravillosos gracias a la caravana".

Jagoba afirma que en más de una ocasión ha escuchado comentarios de que quien viaja en caravana no hace gasto. "Es totalmente falso. Pagamos el camping, hacemos gasto en supermercados, bares, restaurantes y tiendas de las zonas a las que vamos. Como un turista más", explica, "eso sin contar con el gasto previo de la caravana".

Parking de las campas de Garaio

Patxi por su parte tiene costumbre de comprar siempre "algo típico de gastronomía de la zona, comer en los restaurantes del pueblo y repartir así la riqueza".

Los dos ven positivo y una buen opción que las familias que nunca han viajado en caravana se decanten por este tipo de turismo este verano. Eso sí, ambos hacen hincapié en la necesidad de "respetar el medioambiente, a los demás campistas y turistas, y a los vecinos de las distintas localidades. Hay que dejar todo limpio para que podamos seguir disfrutando en plena naturaleza".