Catedral Nueva de Vitoria: el templo que pudo ser y no fue

13 agosto, 2022

Vitoria-Gasteiz convocó un concurso para diseñar y construir la nueva catedral

En el año 1905 Vitoria-Gasteiz convocó un concurso para el diseño y construcción de una nueva catedral. Lo hizo a propuesta del cardenal Cadena y Eleta, dadas las carencias que presentaba la vieja catedral gótica. El estudio ganador fue el de Julián de Apraiz y Javier de Luque. La propuesta ganadora se planteaba en estilo neogótico, estilo muy popular a finales del siglo XIX. En 1907 Alfonso XIII puso la primera piedra.

De hecho en 1887 se inició, en el mismo estilo, la construcción de la catedral de San Sebastián, levantada en tal sólo 8 años. Y en el año 1883 la de La Almudena en Madrid, que cuenta igualmente con elementos neogóticos en su interior a pesar de que su portada es neoclásica.

maqueta catedral nueva

Maqueta del proyecto original, expuesta en el interior del templo

  • El contexto

Vitoria dio la espalda a la opción de construir una catedral vanguardista y contemporánea

En el siglo XVIII y XIX Europa se encontraba inmersa en una fiebre historicista y romántica, añorando la arquitectura de tiempos pasados, buscando la evocación medieval y el aumento del exotismo.

Vitoria no escapó a esta corriente y, con la decisión de construir una catedral neogótica, dio la espalda a la posibilidad de construir una nueva catedral vanguardista y contemporánea. Cabe recordar que, para entonces, Barcelona ya había iniciado la construcción de la Sagrada familia en estilo modernista, todo un referente a escala mundial.

obras catedral nueva

E. Guinea: obras de la Catedral nueva hacia 1.912

El presupuesto se agotó tras siete años de obras, cuando sólo se habían construido la cripta y la parte baja de los muros y los pilares. Se decidió paralizar por completo la obra. Durante tres décadas el solar se cubrió de vegetación y maleza debido al estado de abandono del solar, ubicado en el antiguo Convento de las Brígidas.

No fue hasta casi 30 años después, en el año 1946, cuando se reanudaron las obras, tras conseguir nueva financiación. Fue además el hijo de Apráiz quien se hizo cargo de ello.

Construcción de la primera fase del templo

Pero cuando se reanudaron las obras cambiaron muchas cosas: Sólo tres años después se segregan de la diócesis de Vitoria las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa. La diócesis (que antes agrupaba a todo Euskadi con sede en Vitoria) ve reducida considerablemente sus dimensiones: lo que en un principio iba a ser una gran catedral para una gran diócesis, pasó a ser en un edificio a la cabeza de una diócesis mucho más modesta.

El estilo neogótico estaba totalmente desfasado

Para esa época el estilo neogótico estaba totalmente desfasado y fuera de su momento histórico. Además, la aparición y auge del hormigón armado ha modificado las características constructivas de la nueva arquitectura, llevando casi a la total desaparición el sistema de contrafuertes y las construcciones realizadas en sillería de piedra.

En este momento habría sido necesaria una reflexión sobre el tipo de templo que se quería levantar tras reanudar las obras, sobre su estilo y su arquitectura. Dada la evolución de los trabajos, todavía había tiempo de adaptar la idea al momento presente. Además, era más que evidente que, por motivos presupuestarios, era inviable la construcción del edificio tal y como fue concebido en su origen.

Pero se decidió seguir con el proyecto, aunque se acabaron eliminando las torres de la fachada principal y el cimborrio sobre el crucero. También desaparecieron los arbotantes laterales y otros elementos decorativos del exterior y del pórtico. Además, se introdujo el hormigón armado en su construcción, lo que supuso un anacronismo e incongruencia con la propia definición de neogótico.

Alzado frontal del proyecto original del templo. En rojo se destaca, aproximadamente, la zona de la fachada que finalmente se construyó.

Gárgolas en la Catedral Nueva

Gárgolas en la Catedral Nueva

Como resultado final, y a pesar de contar con una de las naves centrales más altas de la península, la catedral nueva de Vitoria-Gasteiz presenta una apariencia achatada, basta, masiva y carente de ornamentación exterior, en contraposición con los propios fines y propósitos del estilo gótico y neogótico, que buscaba precisamente esbeltez, mayores alturas y verticalidad.

Vitoria-Gasteiz construyó la última de las grandes catedrales del país, pero la ciudad perdió la posibilidad de levantar un templo interesante a nivel arquitectónico. No consigue impresionar ni por sus características neogóticas ni por ser un edificio y referente de vanguardia.

Catedral de María Inmaculada de Vitoria-Gasteiz en la actualidad.