Celso, el bisabuelo del Pokémon GO, sube de nivel

Puede que Celso Corral tenga un año más, pero su gusto por el Pokémon Go no ha mermado. Ni una pizca. Al contrario. A sus 93 años, que se dicen pronto, este bisabuelo de origen gallego sigue más entusiasmado que nunca con el popular videojuego.

Y supera sus propios límites. En 12 meses ha subido de nivel. No una, sino dos veces. Hace un año estaba en el 39. Y ahora se afana por alcanzar el 42. Entonces, en una entrevista a Gasteiz Hoy, ya reconocía que le "estaba costando" alcanzar el 40 "porque hay que conseguir 5 millones de puntos y llevo poco más de 2".

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Ese era el límite del juego hasta hace dos años. Pero lo han ido ampliando, y Celso sigue escalando posiciones. Se puso las pilas y ahora no hay Squirtle, Pidgey o Pikachu que se le resista. Él es de acostarse tarde, así que todas las noches, de 23:00 a 02:00, juega. Ayuda que, junto a su casa, tiene una pokeparada.

Puntos y batallas

También dedica un rato diario por las mañanas y tardes. "Es que para cada nivel hay unos requisitos que cumplir. Por ejemplo, para el 41, hay que coger 200 pokémon al día y participar en 30 batallas. Y para conseguir el 42, como estoy ahora, tienes que llegar a los 6 millones", desgrana.

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Reconoce que es "una barbaridad, porque hasta el nivel 30, bastaba con 1 millón. Pero cada vez es más difícil". Él no se arredra. En uno de sus hijos, de 64 años, tiene su compinche. Él también juega. De hecho, a día de hoy, son los únicos de la familia que siguen haciéndolo.

Atrás queda el verano de 2016, cuando Pokémon Go salió al mercado y causó furor. La familia de Celso no fue la excepción. "Todos estaban cazando pokemon, se iban por un lado y por otro y yo me quedaba solo", reconocía. Aplicó el dicho de 'si no puedes con tu enemigo, únete a él' y se apuntó a la moda. La edad no le frenó. Al contrario. Unas explicaciones y consejos de su nieta le metieron en el mundo de la realidad aumentada. Y hasta hoy.

"Mi hijo es el rey buscando las batallas de Pokémon GO y me ayuda"

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Es consciente de que es una 'rara avis'. "La mayoría de gente mayor no sabe cómo jugar y no les interesa. Y, en general, no se juega tanto como antes ", reconoce. Ningún problema. Ataviado con la gorra regalo de su nieta, recorre las calles de su barrio, en el entorno de Los Herrán. Conoce al dedillo las pokeparadas donde sumar puntos.

Y, gracias a su hijo, localiza batallas que le permiten añadir más a su cuenta particular. "Él es el rey buscando batallas y me ayuda, porque a mí me cuesta salir de casa, buscar y esperar hasta 20 minutos hasta que aparecen", agradece. Con ellas ha llegado donde está.

Por ahora, Celso no se marca nuevos límites. Disfruta de un día a día lleno de su familia, sus amistades (con las que mantiene contacto diario vía WhatsApp) y, por supuesto, de su mayor entretenimiento: Pokémon GO.