El cementerio que desapareció entre ganado, ejecuciones y excavadoras

23 marzo, 2025

El antiguo cementerio judío de Judimendi ha desaparecido bajo nuestros pies: ¿por qué no queda ni rastro de la necrópolis?

Hay historias que parecen leyendas pero esta es tan real como el suelo que pisamos… o más bien, como lo que una vez hubo bajo él. Y es que bajo el parque de Judimendi existió un cementerio judío que desapareció sin dejar huella. Como si de una 'Atlántida' vitoriana se tratase, su rastro se esfumó bajo la ciudad.

parque de judimendi

En 2001 los arqueólogos inspeccionaron el lugar antes de las obras del parking subterráneo con la esperanza de hallar algún vestigio. Pero lo que encontraron fue nada. Ni un hueso, ni una lápida olvidada, ni el más mínimo indicio de la antigua necrópolis. ¿Pero cómo pudo desaparecer por completo?

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Gasteiz Hoy 🗞 Vitoria (@gasteizhoy)

Expulsión de los judíos

Para entenderlo nos tenemos que remontar a la época de Sancho el Sabio, rey de Navarra, quien fundó la "Nueva Victoria" en 1181. Ese año comenzaron a instalarse los primeros judíos en la villa.

Su número creció hasta asentarse en la calle de la Judería, actual Nueva Dentro, en el siglo XIII, gracias al apoyo del monarca castellano Alfonso X. Permanecieron allí hasta su expulsión en 1492. Durante este tiempo, los judíos utilizaban como cementerio el "Campo de Judimendi", según explica Francisco Javier Ajamil.

monolito judio judimendi

Tras la expulsión ordenada por los Reyes Católicos, se acordó con el concejo de la ciudad que el cementerio quedara como pasto para el ganado y los vitorianos prometieron "no edificar en esa zona", señala Alberto Palmero.

Pero ya en 1492 se produjeron las primeras expoliaciones y el concejo vitoriano prohibió la venta de piedras procedentes del cementerio judío bajo una multa de 600 maravedíes.

Desde entonces y hasta el segundo tercio del siglo XIX, no existen referencias en los archivos sobre el lugar, donde las tumbas probablemente quedaron cubiertas por tierra y vegetación.

Ejecuciones públicas y espectáculos

El lugar parecía estar tranquilo hasta que, en 1851, durante unas obras para crear nuevos accesos a la ciudad, aparecieron restos humanos. La comunidad judía de Bayona, descendiente de la vitoriana, protestó por el incumplimiento del acuerdo de no tocar el cementerio.

El cementerio se utilizó para ejecuciones públicas, partidos de fútbol y espectáculos de hípica

El Ayuntamiento reconoció ese compromiso con la comunidad judía y ordenó la inhumación de los restos encontrados. Además, decidió delimitar y embellecer el terreno, que había sido usado como pasto para ganado, para dar cabida a actividades como ejecuciones públicas, espectáculos de hípica, partidos de fútbol, juras de bandera y fuegos artificiales durante las fiestas patronales.

A pesar de la polémica surgida en este terreno de Judimendi, dos años después, en 1853, construyeron en el lugar un polvorín del ejército. En esta ocasión, no se tiene constancia de protestas por parte de la comunidad judía.

el polvorin judimendi

Imagen del polvorín del ejército. Foto: Francisco Javier Ajamil Baños.

Este edificio permaneció en uso hasta 1901, cuando el ejército se trasladó y el polvorín se convirtió en un hospital para infecciosos. Por esta razón, la zona comenzó a conocerse popularmente como "El Polvorín", dando origen a la calle Polvorín Viejo.

Total destrucción en los 70

Volviendo al cementerio judío, durante el franquismo, en la década de los 50, el Estado español y la comunidad judía de Baiona alcanzaron un acuerdo para anular el acuerdo de 1492, vigente durante 460 años.

Las autoridades franquistas y la comunidad judía anularon el acuerdo tras 460 años de validez

Así, tras la anulación del pacto, el Ayuntamiento era 'libre' de construir, edificar y realizar obras sin permiso de los judíos. Por lo que se cree que en la década de los 70 se destruyeron los pocos restos que pudieran quedar del cementerio.

parque de judimendi obras años 70

Imagen de las obras de los años 70 que terminaron con los pocos restos de la necrópolis. Foto: Francisco Javier Ajamil Baños.

Y es que en esta década se construyeron edificios como el colegio de Judimendi y la iglesia parroquial de San Juan Bautista, además de realizar obras como la creación del parque de Judimendi, la instalación de tuberías y redes de electricidad y gas. Según testimonios de vecinos del barrio, durante las obras de cimentación de estos edificios aparecieron numerosos restos óseos.

Las últimas obras

En 2001 el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz planeó construir un aparcamiento subterráneo y remodelar el parque de Judimendi. Para ello, fue necesario que los arqueólogos analizaran el suelo para evaluar su potencial arqueológico. Los expertos no contaban con datos sobre la extensión exacta del cementerio ni el tipo de fosas, aunque suponían la existencia de losas debido a los robos de piedras denunciados en el siglo XV.

excavacion cementerio judio

Excavación de los arqueólogos en el parque de Judimendi. Foto: Francisco Javier Ajamil Baños.

Para su sorpresa, cuando comenzaron a excavar, no hallaron ningún rastro del antiguo cementerio, probablemente debido a la devastación sufrida en la década de 1970. Así, el cementerio de Judimendi pasó de ser historia a desaparecer bajo nuestros pies.