El centro de Vitoria-Gasteiz: por qué ya no es lo que era

La peatonalización, la expansión del resto de la ciudad y el precio de las viviendas son algunas de las razones del declive del centro

El Centro de Vitoria-Gasteiz fue, durante muchos años, el espacio por excelencia de encuentro de sus habitantes. La oferta cultural de Vitoria-Gasteiz se circunscribía a esta zona, al igual que la oferta hostelera o de comercio textil, por lo que la gente se desplazaba desde los recién creados barrios obreros de la ciudad al centro.

Con el trascurso de los años esta zona ha visto cómo la afluencia de gente ha sido cada vez menor, lo que ha generado cierre de comercios y un patente declive en sus calles.

La arquitectura y el urbanismo de las ciudades afecta directamente al aspecto social de las mismas y a la forma de relacionarse de sus habitantes. ¿Qué ha contribuido a la pérdida de vida del centro de Vitoria-Gasteiz?

La peatonalización de ciertas zonas mejora la calidad de vida y contribuye a que nuestras ciudades sean más verdes, menos contaminadas y más sostenibles. Y son cada vez más las personas que se desplazan a pie, en bici o transporte público.

Arque. Calle Dato en 1971 con un vial central destinado a vehículos.

Pero, por otro lado, es una realidad que una gran mayoría de los ciudadanos tiene un vehículo y necesita dónde aparcarlo. La peatonalización conlleva eliminación de plazas de aparcamiento y, los pocos que existen en superficie (insuficientes para toda la potencial población del centro) son de pago, pese a los descuentos y rebajas para residentes. Lo mismo sucede con los aparcamientos subterráneos. Por ello, muchas familias deciden mudarse a zonas con mayor comodidad a nivel de transporte.

  • La zona centro ya no es foco administrativo

El modelo de ciudad vitoriano es radial. Esto favorece que el centro se encuentre a mano de toda la ciudadanía. Por ello, se decidió que las distintas sedes administrativas (Diputación, Ayuntamiento, Hacienda, Seguridad Social, juzgados, Tesorería…) estuvieran ubicadas en esta zona.

Edificio de la Hacienda Municipal, actualmente en desuso, pese al plan de Kutxabank de recalificación.

La peatonalización del centro y la imposibilidad de aparcar, unido al crecimiento urbano, ha desplazado algunas de estas sedes a nuevas construcciones y emplazamientos. Seguridad Social está en Lakua y el Ayuntamiento en San Martín.

Además, algunos edificios de viviendas se reconvirtieron en locales de oficinas de carácter administrativo (abogados, gestorías, oficinas en general…). Espacios que también han ido cerrando y desplazándose a los nuevos barrios.

La consecuencia de todo esto es que, además de edificios vacíos, existen innumerables locales destinados a oficinas en bloques de vivienda que se encuentran sin ocupar.

La aparición de Centro Lomercial Lakua, Gorbeia y el Boulevard como focos comerciales y de ocio modificó para siempre el modelo de ciudad. Hasta su aparición, Galerías Preciados y Dendaraba eran lo más parecido a ellos y se encontraban en el eje comercial del centro. Muchas tiendas se desplazaron a estos nuevos espacios con un resultado de despoblación comercial y de ocio en la zona centro.

  •  Precio y calidad de las viviendas

La mayoría de las manzanas pertenecen al ensanche neoclásico ejecutado en el siglo XIX. Se trata de edificios que en su día fueron de gran calidad, construidos en sillería, con viviendas amplias y miradores hacia el exterior. Por ello, las clases más acomodadas se mudaron a esta zona.

Pero actualmente la calidad de estas viviendas no puede competir a nivel de confort térmico (aislamiento en cierres de fachada, carpinterías con rotura de puente térmico, suelos radiantes o radiadores actuales…) con obra nueva, por lo que no resultan lo suficientemente atractivas para parte de la ciudadanía. Además, el precio de muchas viviendas o el de alquiler de locales no va en consonancia con su calidad y la situación actual del centro de la ciudad.

Edificios tipo del ensanche de la ciudad, con miradores de madera y una basa de sillería.

  • Expansión urbana

En los años 80, Vitoria-Gasteiz era una ciudad de tamaño medio en la que era posible recorrerse la ciudad de punta a punta en tan sólo 20 minutos. Esto hace posible la existencia de un único foco de ocio, ubicado en su zona central, que aglutine y concentre toda esta oferta y atraiga a todos sus habitantes.

La expansión urbanística y el desmedido e innecesario crecimiento de la ciudad acabaron con este modelo. Los nuevos barrios y su densidad de población hace que sean demasiado extensos y se encuentren lejos de la zona centro. Además, no están bien comunicados con ella, lo que ha fomentado la aparición de locales de restauración y de copas en estos lugares. Los habitantes de Salburua y Zabalgana encuentran prácticamente la misma oferta que la que existía en el centro pero sin moverse de sus barrios.

La conjunción de todos estos factores ha generado una situación de patente abandono y deterioro de la zona centro de la ciudad. Por ello, es necesario llevar a cabo una reflexión que desemboque en un plan integral de regeneración de la zona centro. En próximos artículos desarrollaremos posibles medidas que contribuyan a ello.

¿Soluciones?

No existen soluciones milagrosas al problema de la despoblación de los centros históricos de las ciudades, pero sí que se pueden tomar medidas que incentiven su revitalización.

  • Precios

En la zona centro hay muchos locales y viviendas en manos de unos pocos, que se resisten a bajar los precios de alquiler y venta. Es necesario un cambio de mentalidad, porque a pesar de que esta zona fue en su día un núcleo sinónimo de lujo y opulencia, en la actualidad este concepto está desfasado.

  • Vivienda joven

La oferta de aparcamientos es muy limitada, por lo que rehabilitar los edificios con pequeños apartamentos para estudiantes y gente joven es una solución, dado que, en general, no cuentan con automóvil. Además, su cercanía a la zona Universitaria posibilita que sea una zona atractiva para ellos.

  • Tercialización del centro

Es necesario recuperar el centro de la ciudad para el ciudadano y no solo para el turista o el consumidor. No se pueden primar políticas destinadas a grandes centros comerciales. Para dar vida al centro se necesita un tejido social conseguido a través de actividades y proyectos sociales, actividades artesanales, educativas y pequeño comercio. Pero, por encima de todo, es necesaria una población estable que resida en esta zona.