Churros con sabor a Pantera Rosa, a Oreo, a Nutella, a Kinder Bueno… llegan a Mendizabala influenciados por la moda americana
Churros de Pantera Rosa
Hubo un tiempo en el que ir a las barracas y pedirse una docena (o media) de churros era obligado. Pero la obsesión por cuidarse, su elevado precio y la aparición de otras opciones gastronómicas han reducido mucho su venta en Mendizabala, en un momento en que los churros triunfan por todo el mundo. Esto ha obligado a las churrerías a reinventarse, trayendo además modas de otros países.
Los churros viven una época dorada por todo el mundo. Ya no solo se comen en las ferias o en los desayunos de muchas ciudades españolas. Han cruzado ‘el charco’ y los Pirineos, donde han evolucionado, siguiendo la moda del Bubble Wafle. La masa de agua, harina y sal frita en aceite sigue siendo la misma, pero no la forma de comérselo.
Dos de las cuatro churrerías que hay en Mendizabala (Yosune y El Artesano) ofertan churros renovados: rebozados, rellenos, o con ‘toppings’. Novedades procedentes de otros países en los que la masa tradicional les parecía algo soso.
La docena de churros tradicionales cuesta 5€, y el topping 50 céntimos más
Entre los toppings que se pueden añadir se ofertan dulce de leche, chocolate blanco, leche condensada, almendras, nutella,…Todo por 50 céntimos más de los 5€ que cuesta la docena (2,5€ media docena).
Churros rellenos
En el caso de los churros rellenos la oferta es aún mayor: Oreo, Nocilla, Kinder Bueno, Ferrero…. en este caso se trata de esos churros huecos que antaño únicamente se rellenaban con crema.
La última de las novedades tiene que ver con los churros con cobertura. A los tradicionales churros de chocolate se le han unidos otros de Pantera Rosa: son la novedad de este año, “aunque a mí el que más me gusta es el de chocolate negro de toda la vida”, reconoce una de las dependientas.
¿Por qué estas novedades? “Los jóvenes ya no compran churros como se compraban antes. Hace dos años vimos en Francia que la gente acompañaba los churros de una tarrina de Nutella, y nosotros lo hemos adaptado como topping”, aseguran en El Artesano. Para Yosune era necesario “ofrecer a la gente cosas nuevas: si no innovas te quedas estancado”. Y asegura que los de Pantera Rosa gustan tanto a los jóvenes como a los más mayores.
Churros con toppings
Estos ‘nuevos churros’ entran por los ojos, y funcionan en una oferta hostelera cada vez mayor. A las churrerías y los mesones se unen en los últimos años kebabs, puestos de ‘salchipapas’, de patatas asadas o los más tradicionales de Algodón de Azucar, cocos, chufas y manzanas con caramelo.
4 comentarios. ¿Quieres agregar algo?:
Como cualquier establecimiento, los hay de mejor y peor calidad. A mi me encantan los churros, que por cierto, son de origen judio.
Y por qué no hablamos de la de mierda que llevan esos churros. Grasa de palma, grasas hidrogenads, aditivos… Y estamos incitando a nuestros jóvenes a consumir esto…
Y entonces no publicitamos coches por qué contaminan, ropa por lo mismo con los tintes, todo tipo de comida que no sea real food por qué no es sana, etc… Ya basta de decirle a la gente lo que tiene que decir, hacer o pensar (este no es tú caso). Ya somos todos mayorcitos para saber lo que tenemos que hacer. Y con los jóvenes, que cada cual eduque a sus hijos.
9 de cada 10 comentarios que leo en GH son de amargados quejándose…
Untar el churro de vez en cuando, no es tan malo, deberías probarlo