Judimendi dice adiós a su centro cívico: 15 meses de cierre que indignan al barrio
El pliego inicial de contratación de las obras contemplaba que el centro cívico seguiría abierto parcialmente durante parte de las obras
El corazón de Judimendi está a punto de pararse. El Centro Cívico cerrará 15 meses por unas obras que han pillado por sorpresa a muchos vecinos. La reforma promete modernizar el edificio y mejorar su eficiencia energética, pero mientras tanto, cientos de usuarios se quedan sin su piscina, su biblioteca, sus clases y su punto de encuentro diario.
En el barrio, la noticia ha caído como un jarro de agua fría. Nadie esperaba un cierre total. Nadie lo entendía. Y, lo que es peor, muchos ni siquiera lo sabían. El cierre, según el Ayuntamiento, es total por motivos de seguridad, aunque en el pliego inicial se hablaba de hacerlo por fases.
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"El anuncio del cierre ha sido excesivamente rápido. De repente, en tres días, con carácter urgente, se ha hecho todo", denuncia Ángel, presidente de la Asociación de Vecinos de Judimendi. Su malestar no es tanto por la obra, sino por las formas. "Esto va a ser brutal, va a afectar al vecindario de Judimendi, y este centro cívico lo emplean barrios de al lado: Santa Lucía, parte de Arana… ".

Ángel, presidente de la Asociación de Vecinos de Judimendi.
Un cierre inesperado
A finales de junio, el emblemático edificio, que abrió sus puertas en 1990, permanecerá cerrado al público durante 15 meses. El Ayuntamiento asegura que la reforma es necesaria para modernizar el centro y mejorar su ahorro energético.
La obra, con un presupuesto de 4,3 millones de euros, cambiará la fachada, las cristaleras y la cubierta, e instalará un sistema de aprovechamiento de energía en la piscina. Sin embargo, las críticas no van por la necesidad de reforma, sino por su planificación y por el hecho de que, en un principio, se hablaba de un cierre parcial y no total. Pero ahora la realidad es otra.
"De repente se cambia un pliego después de adjudicar la obra. No creemos que tenga encaje legal, parece más bien una postura política", insiste Ángel. Y añade que el cierre se ha realizado sin "ningún criterio técnico" y sin informar.
La indignación no solo está en la asociación vecinal. En la calle, el desconcierto es generalizado. En el propio centro cívico, muchos usuarios confiesan que no sabían nada. "Me acabo de enterar ahora mismo", dice Pilar, que lleva 32 años viniendo a este centro. "Me va a dar pena el cierre, es el primer centro cívico que conocí al venir a esta tierra y aquí sigo", expresa.

Pilar lleva 32 años viniendo al centro cívico Judimendi.
Otra usuaria del Centro Cívico expresa su resignación: "Nos lo dijeron hace unos días, de repente. Está viejo y tendrán que arreglarlo, pero si reforman solo las fachadas y nada de dentro, me parece mal. Lo que nos interesa son las aulas, los baños… Por dentro está viejo".
El Club de Natación Urgain
Otro de los afectados por el cierre es el Club de Natación Urgain, un club de barrio que lleva 30 años formando a niños desde los 6 años. Su presidente, Javi, no oculta su preocupación: "Nos va a afectar mucho. No somos una empresa privada, somos amas y aitas que hacemos todo lo posible por mantener esto. Pero ahora nos obligan a mover a los niños fuera del barrio. Y el miedo que tenemos es que el club desaparezca".
"Nos preparamos para un cierre parcial de tres meses. No puede ser que ahora nos digan que son 15 por seguridad"
Lo que más les inquieta es que el cierre inicial iba a ser de tres meses. Ahora son 15. Pero, ¿serán solo 15? Javi no lo tiene claro: "Nos preparamos para un cierre parcial de tres meses. No puede ser que ahora nos digan que son 15 por seguridad. Ahora mismo se están haciendo obras en colegios y los niños siguen en clase. En la Catedral de Santa María se realizan visitas guiadas ¿Y aquí no se puede?".

Javi, presidente del Club de Natación Urgain.
Además, la reforma no traerá mejoras visibles para los usuarios. "Si me dices que cierran 15 meses y vuelves con vestuarios nuevos, con la piscina mejor… Pero no. Te vas de tu casa año y medio, vuelves y está todo igual o más viejo. Para nosotros es un perjuicio muy grave", indica.
Hosteleros en peligro
El cierre no solo afectará a los usuarios del centro, sino también a los locales hosteleros de la zona. Entre ellos, el bar La Chiquitita, situado en frente del centro cívico. Raquel Cortés, dueña del bar desde hace 11 años, expresa su resignación: "Todo lo malo que se os ocurra, ponedlo en el artículo".
Sus clientes, en su gran mayoría, provienen del centro cívico, tanto trabajadores como usuarios. "Si cuando llegue el cierre de Judimendi veo que el negocio no funciona, tendré que cerrar y buscarme la vida en otra parte", expresa.
Trabajadores sin información
Los propios empleados del centro muestran su desconcierto. "No sabemos qué va a pasar con nosotras", indican dos trabajadoras. Un limpiador de Judimendi admite que quizás les reubiquen en otros centros cívicos: "Sin trabajo no nos vamos a quedar". Pero de momento, nadie les ha dado respuestas.
¿Y ahora qué?
Mientras duren las obras, habrá alternativas para los distintos servicios. Se intentará mantener en el barrio alguno de los servicios, y se reforzarán los Centros Cívicos más cercanos, como Hegoalde, Salburua y Arana.
Pero en Judimendi, pocos lo ven claro. "Es curioso que ahora estén buscando rápidamente lonjas en la iglesia o en los propios BIZAN. Si la obra estaba prevista, las soluciones tenían que estar atadas de antemano. No tiene ni pies ni cabeza", dice Ángel.
"No es lógico que si están trabajando solo en la parte de atrás, se cierre todo el edificio. No entendemos el por qué"
De momento, la Asociación de Vecinos de Judimendi se está encargando de avisar a la ciudadanía y mostrar las alternativas. Sin embargo, Ángel exige respuestas: "No es lógico que si están trabajando solo en la parte de atrás, se cierre todo el edificio. No entendemos el por qué".
Mientras tanto, en el barrio solo hay incertidumbre. Y la sensación de que el centro cívico, ese corazón que da vida a Judimendi, se va a cerrar a finales de junio. Inicialmente, se planteó un cierre parcial de tres meses. Ahora serán 15 y sin acceso a ningún servicio. Pero, ¿serán realmente 15? Solo el tiempo lo dirá.
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