Hamburguesas, dulces y refrescos: la dieta semanal de los txikis vascos
Un estudio de la Fundación Eroski desvela que el 90% de menores vascos consume comida basura semanalmente
Hamburguesas, pizzas, perritos, dulces, refrescos... La comida basura está cada vez más presente en nuestra dieta habitual. También en la de los menores vascos, que ya consumen algunos de estos productos semanalmente.
Es la conclusión de un estudio que ha realizado Fundación Eroski, y que ahora publica en la revista Consumer. En él, se entrevistó a 2.216 txikis de entre 8 y 12 años de 9 comunidades autónomas del norte de España.
Bollería, dulces y refrescos
Entre los vascos, el 90% de los encuestados indicó que consume todas las semanas hamburguesas, perritos, pizzas y/o patatas fritas. Y un 95% lo hace de bollería, galletas y dulces.
Las cifras se reducen a un 46% si hablamos de comerlos tres o más veces por semana. Mientras que un 76% toma todas las semanas refrescos -con o sin gas- o zumos.
En general, son productos con muchas calorías y un alto contenido en sal, azúcares añadidos, grasas saturas o grasas trans. Y que, por ello, su consumo debería ser muy ocasional. Sin embargo, están en la cúspide de la pirámide alimentaria infantil.
"A tiempo de mejorar"
Muchos de los menores entrevistados son conscientes de ellos. Casi la mitad (49%) reconoció que debería cambiar algunos de sus hábitos alimentarios: comer más frutas y menos ultra procesados, y beber más agua.
"Indica que se está a tiempo de mejorar. Cuando son mayores, en la adolescencia, comienza a ser más difícil cambiar los hábitos", señala Alejandro Martínez Berriochoa, director de la Fundación Eroski y de la Escuela de Alimentación Eroski.
"La principal fuente de la ingesta de azúcar y calorías en los niños son las bebidas dulces. Sin olvidar que al final estos productos de consumo ocasional terminan siendo consumidos a diario", añade Berriochoa.
Un consumo relacionado con las familias más desfavorecidas. "Al vincular estos hábitos alimentarios con el nivel de renta a nivel estatal, se observó que en aquellos hogares con rentas más bajas el porcentaje de niños y niñas que consumen refrescos con azúcar se multiplica por más de ocho (7,8% frente a 0,9%)", indican desde la Fundación Eroski.
Comida como premio
Además, en el País Vasco, el 38% de hogares utiliza la comida como premio para un buen comportamiento de los menores. Y que a menudo incluyen chuches, dulces o bollería. "Desplaza la alimentación en el imaginario de los menores fuera de los hábitos saludables que deben mantener de manera cotidiana", advierten en dicho estudio.
Por eso, destacan el hábito de implicar a los niños en la cocina. Así, el 86% de hogares con menores de 8 a 12 años elabora la lista de la compra y en el 91% se tiene en cuenta la opinión infantil para elaborarla. Y muchos de ellos acompañan a sus padres a adquirir los alimentos.
"El que los niños cocinen con sus padres hace que sean más proclives a probar nuevos alimentos, algo clave para introducirles en el concepto de una alimentación saludable y equilibrada", señalan.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de las 5 comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. En el País Vasco, el 95% de los menores preguntados sigue tomando el desayuno y merienda habitualmente.
"La alimentación saludable debe ser un esfuerzo colectivo. Necesitamos familias informadas, educadores comprometidos y políticas públicas que faciliten la adopción de hábitos saludables desde la infancia", incide Berriochoa.
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