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Llegaba el Baskonia a Valencia obligado a mejorar su imagen tras el desastre de Zagreb. Sin embargo el arranque del encuentro fue una continuación de aquella pesadilla, con un equipo ausente, sin dirección de juego y obcecado en el juego exterior y en no defender. Una primera parte aún peor si cabe que la del pasado viernes llevó el marcador a un 47-34 al descanso.
Con Nocioni y San Emeterio como únicos referentes en el juego azulgrana, el equipo volvía a insistir en el juego exterior, mientras desde atrás una defensa blanda daba muchas facilidades al Valencia.
Sin Nemanja Bjelica (lesionado el pasado viernes) y con Lampe desaparecido (sólo ha jugado 5 minutos) no existió alternativa ofensiva válida durante la primera parte, mientras un Valencia serio y liderado por Ribas y Doellman aprovechaba la caraja baskonista.
Sin embargo, el descanso marcó un auténtico punto de inflexión para ambos equipos. El Baskonia arrancó con una defensa mucho más intensa, dificultando las opciones de los jugadores taronja. Con Causeur y Pleis dentro del partido, el ataque comenzó a resultar más cómodo. El jugador alemán tomó el mando bajo los aros ante la ausencia de Lampe y ha vuelto a dar una muestra de su clase y calidad, mientras que el francés ha sido la auténtica referencia ofensiva en el tercer cuarto, y ha concluido con 22 puntos.
A partir de ahora toca volver a pensar en el viernes. Nuevo partido a vida o muerte y quizás la última oportunidad para el Baskonia de mantener opciones de entrar en el Top16. Olimpiakos no lo pondrá fácil en el Buesa, pero la clasificación pasa por una victoria sí o sí.
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