Con la bici por el mundo
Rosa, Mikel, Eki y Lur son una familia que ha recorrido parte del mundo a bordo de las dos ruedas
Rosa, Mikel, Eki y Lur son una familia de aventureros, que han recorrido parte del mundo a bordo de una bicicleta. En las últimas semanas han relatado en Vitoria su viaje por Nueva Zelanda, al que llaman 'Kiwibizibidaia'.
-¿Cómo fue vuestra aventura por Nueva Zelanda?
-Su extensión es un tercio de la de la Península Ibérica. Pero la diferencia es que allí hay mucha menos gente. Son 4,5 millones de personas, por lo que es fácil pasar por algún lugar en el que no te encuentras con nadie. Hay sitios muy chulos, que aquí también los hay, pero allí lo bonito es que no están llenos de gente.
-¿Combinabais la bicicleta con otros medios de transporte?
-Nosotros empezamos en Oakcland, en dirección hacia el sur. De allí salimos en tren para evitar el tráfico. En total eran 2.000 kilómetros en bici. También a Wellington entramos en tren. Y luego en los días finales también optamos por alquilar el coche para poder movernos por la zona.
-¿Era fácil desplazarse en bici?
-Nueva Zelanda es un país que, sobre todo, está muy preparado para recorrerlo en autocaravana. Ahora, la red de carreteras es mucho más sencilla que la que podemos tener aquí. No hay una autopista ni nada, afortunadamente. Por eso es un país mucho más natural.
-¿Compartisteis recorrido con otros cicloturistas?
-No te imagines que Nueva Zelanda es un país con tradición de cicloturismo. Hay mucha actividad ligada a la naturaleza pero no es un sitio típico de viaje para hacerlo en bici. Compartimos viaje con una familia de Gales durante unos días. Pero sí somos miembros de una asociación internacional de hospitalidad para ciclistas, warmshowers.org. De esta forma, nos pusimos en contacto durante nuestro viaje en Nueva Zelanda con cerca de 15 familias, así que pudimos acercarnos a la vida de los neozelandeses. Los Kiwi son una gente muy hospitalaria. No sé si será porque viven en una isla o porque nosotros viajábamos en bici con niños. Nos trataron muy bien.
-¿Qué os atrajo de dicho país?
-Sobre todo la naturaleza. Es un espacio más pequeño que la península ibérica, pero tienes un poco de todo: glaciares, volcanes, grandes bosques, fiordos, costas impresionantes, espacios desérticos... Es todo muy variado. Sin andar mucho ves cosas muy diferentes y cambia el paisaje en poco tiempo. Y eso que nosotros tampoco nos metimos por lugares inhóspitos. Íbamos un poco más lento que los demás, pero por los mismos lugares. Como íbamos con nuestros hijos, hicimos las opciones más sencillas, sin complicarnos en exceso. Allí el tiempo es muy cambiante y puede variar mucho. Está todo condicionado por dónde te metas.
-¿Cuando realizasteis ese viaje?
-En el final de la primavera del hemisferio sur. En los meses de noviembre diciembre de 2010 y enero de 2011.
-¿Cómo se lleva ir con niños?
-Este viaje no era sencillo. Porque íbamos a la otra punta del mundo y es ya de entrada un viaje muy largo. La primera semana tienes que soportar un cambio horario de 12 horas, así que nos lo tomamos con mucha calma. Estuvimos cuatro noches en Oakland,v en un albergue que habíamos cogido con los pequeños. Los primeros días fueron de adaptación. Pero una vez has cambiado el horario, es muy fácil. La verdad es que, si tus expectativas no son muy altas, tus objetivos son muy fácil. Y al ir con chavales, debes aspirar a cosas sencillitas, sin aspirar a hacer cosas importantes, y el objetivo es estar todo el día juntos los 4. Porque lo que andábamos eran unos 40 kilómetros al día, es decir, dos o tres horas de bici.
-¿Cómo transportabais a los pequeños?
-El pequeño va conmigo en un tandem y a la niña la llevo en un carrito. Ellos van cómodos e intentamos ir en bici cuando a ellos les toca dormir para que no se les haga tan pesado. Aprovechamos la siesta de ellos para avanzar.
-¿Cuándo surgió esta idea de viajar en bici por el mundo?
-Hace unos 15 años que empezamos a viajar en bici. Primero por nuestro entorno, y luego ya empezamos por la península, con el Camino de Santiago, la Ruta de la Plata. Después ya nos fuimos a Cuba, a Costa Rica, al Sudeste Asiático... Cuando nacieron nuestros hijos, el primer viaje con Eki fue la Vuelta a Euskal Herria, de la cual publicamos una guía, y después realizamos el cruce del Atlántico al Mediterráneo por todo Francia. Tras el nacimiento de Lur hicimos una unión entre Lizaso y Bringas, dos lugares que coinciden nuestros apellidos. Lo hicimos para intentar cumplir con el dicho de que en la vida hay que tener hijos, escribir un libro y plantar un árbol. Plantamos un roble en Lizaso y un manzano en Bringas. Fue una prueba de 10 días con los dos peques, que nos funcionó bien. De ahí, realizamos un tour de tres meses por Francia, Alemania, Austria y Holanda. Además fue un recorrido en el que todo el trayecto era por bidegorris.
-¿Cólo capitales?
Ciudades gordas fueron Munich y París, pero intentamos ir siempre por bidegorris y fuera de tráfico. Y el verano pasado cambiamos la fórmula. Fuimos de Donosti a Valladolid, pero ya con otras familias. Y esta será la tónica de otros viajes. Los niños necesitan estar con niños y a nosotros nos gusta estar con adultos.
-¿Cuántos os juntásteis?
-Éramos 13 familias, una experiencia muy maja que vamos a repetir.
-Pareceríais la serpiente multicolor
-Unos iban y otros venian. Siempre estábamos acompañados de otras familias y tampoco es que tengamos que ir todos juntos. Lo que hacemos es marcarnos un lugar de pernocta. Cada uno tiene sus necesidades y su ritmo. Se intenta compartir los ratos cuando llegas al camping.
Kiwizibidaia from Bizibidaia on Vimeo.
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