Con Teletovic no basta

9 diciembre, 2011

“Sabíamos que Teletovic, sólo, no nos podía ganar” Esa frase la dijo Marko Banic al término del último derbi de Euroliga y bien podría haberla pronunciado cualquier miembro del Olympiakos al finalizar el partido de ayer. El Caja Laboral cayó en Atenas, 84-82, en un partido del que se pueden extraer muchas conclusiones. La más […]

“Sabíamos que Teletovic, sólo, no nos podía ganar”

Esa frase la dijo Marko Banic al término del último derbi de Euroliga y bien podría haberla pronunciado cualquier miembro del Olympiakos al finalizar el partido de ayer. El Caja Laboral cayó en Atenas, 84-82, en un partido del que se pueden extraer muchas conclusiones. La más evidente es que el equipo cuenta, a día de hoy, con demasiadas piezas irregulares que, de momento, están lejos de poder sumar con regularidad miércoles y domingo, y el equipo se resiente.

Como si del partido en Italia, de hace una semana, se tratara, el Baskonia salió enchufado y se marchó rápidamente en el marcador (12-22). Fueron varias piezas del equipo (Ribas, Oleson o Teletovic) las que comenzaron asumiendo tiros para ofrecer variantes, mientras atrás, con Dorsey de cinco, la cosa no marchó mal, de inicio. Sin embargo, no se tardó en volver a las andadas. La entrada de Heurtel en cancha provocó colapso en el ataque baskonista y los griegos, comandados como siempre por Spanoulis, dieron la vuelta al marcador en un abrir y cerrar de ojos, en el comienzo del segundo periodo. Llegaron los primeros minutos para Golubovic, que se cargó pronto de faltas al igual que Oleson y Dorsey, y el equipo comenzó a vivir de Teletovic. Al descanso, cinco abajo, 46-41.

La segunda parte fue como vivir un “deja vu” continuo. El Caja Laboral realizando esfuerzos para anotar canastas de enorme mérito (casi todas de Teletovic, dicho sea de paso), mientras que los griegos, con más fluidez de balón, anotaban con cierta solvencia para mantenerse con mínimas rentas de entre dos y cinco puntos. Dorsey y Golubovic se mostraron incapaces de parar a Lazaros, y hubo que jugar muchos minutos con Mirza de cinco y Bjelica de cuatro. El capitán, en una auténtica exhibición, se multiplicó para defender correctamente, ser el máximo reboteador, el máximo anotador (casi el único del Baskonia), y convertirse en el MVP de la jornada de Euroliga. A poquito que Mirza hubiera tenido algo de “compañía”, el Caja Laboral podría haber arañado una valiosa victoria y sellado su pase al TOP16, pero sólo Prigioni (otro partidazo el suyo sumando en todos los apartados estadísticos) y San Emeterio, en los instantes finales, acompañaron al capitán. Demasiado poco para intentar ganar en Grecia.

El Caja Laboral camina sobre el alambre. Ayer salvó el average, que puede ser importante, pero hace falta, mínimo, una victoria más. Desde que ganara en Turquía, en la primera jornada, todos sus desplazamientos se han sellado con derrotas y el margen es mínimo. Hay que ganar al Nancy la semana que viene en Vitoria. Todo lo que no sea ganar, (aún ganando puede que también) obligaría a jugársela en Bilbao en la última jornada. Poco recomendable. Urge un paso adelante de varios jugadores.