El amarillo de los blusas y neskak de Hemengoak ya colorea Vitoria
Aunque sin el paraguas de Comisión ni Federación, la cuadrilla Hemengoak ya prepara varios actos festivos
El amarillo distintivo de la nueva cuadrilla Hemengoak ya luce por Vitoria-Gasteiz. Sin ir más lejos, el pasado 28 de abril, muchos de sus 170 blusas y neskak se acercaron hasta San Prudencio donde, además de la foto de rigor, realizaron su ofrenda floral al santo.
Una forma de pedirle apoyo y suerte para unas fiestas que vivirán por su cuenta y riesgo. Porque, pese a sus deseos, no han obtenido el visto bueno de Comisión ni de Federación para integrarse en alguno de los dos paraguas festivos que cobijan a la mayoría de cuadrillas vitorianas.
Aventura festiva propia
Sin embargo, lejos de arredrarse, sus blusas y neskak se han liado la manta a la cabeza, más bien el pañuelo en este caso, y están dispuestos a vivir su propia aventura festiva. Ajustándose a las opciones que les queden, con los permisos necesarios y las ganas de disfrutar por bandera.
Todos sus integrantes saben lo que hay y a qué atenerse. "Lo hablamos toda la junta, expusimos la situación y la gente está dispuesta a seguir", destaca la presidenta de Hemengoak.
Maialen Arce reconoce que la imposibilidad de sumarse a las kalejiras vespertinas junto a las otras 30 cuadrillas echó para atrás a algunas personas. "Pero llamamos a la gente en lista de espera, se apuntaron y mantuvimos los 170", señala.
Admite que el 'no' de Comisión y Federación complicó las expectativas iniciales. Pero, con los trajes ya listos, la txaranga logroñesa Kamikaze contratada y los restaurantes apalabrados, echarse atrás no era una opción.
Ofrenda, Goitiberas, poteo...
Por eso y porque supondría aplastar la ilusión de 170 personas. Así que se pusieron manos a la obra con un objetivo en mente: disfrutar de La Blanca todo lo posible. Tras varias semanas, Maialen ya es experta en todo el papeleo y gestiones indispensables para conseguirlo.
"Necesitamos el permiso para ir con la txaranga por las calles. Debemos mandar al Ayuntamiento la propuesta para ocupar los espacios públicos con las diferentes actividades. Ellos las valoran y dan el visto bueno en orden de prioridad. Entendemos que seremos los últimos, pero nos adaptamos", detalla Maialen.
Su intención es organizar un 'Poteo Hemengoak' las tardes de fiesta: "Pensamos que sobre las 6 o así. Nos moveremos por varias zonas, cada día por una, sin tocar los recorridos de otras cuadrillas". Además, el día grande de La Blanca, el 5 de agosto, visitarán una residencia. También realizarán la ofrenda floral a la Virgen, aunque en su caso será vespertina.
Tendrán comida en restaurante el 25 de julio y el 5 de agosto, y participarán en las 'Goitiberas', porque "al ser una actividad que organiza una cuadrilla, podemos apuntarnos". Además, tienen intención de preparar dos actividades con fines benéficos.
Una "con bingo y una masterclass de bachata", donde todo lo recaudado se destinará a protectoras de animales vitorianas, como Indar Araba o Apasos. Y otra, cerca del parque de Arriaga, con talleres infantiles.
¿Y el futuro?
"Vamos a disfrutar de las fiestas a nuestra manera, con toda la ilusión del mundo", destaca Maialen. Un propósito para el que agradece "el apoyo de toda la cuadrilla. Es alucinante, todas las personas que forman parte de Hemengoak están súper implicadas".
¿Y el año que viene? Ahora mismo, Maialen se centra en llevar a buen puerto La Blanca 2025. "Luego ya veremos cómo se van desarrollando las cosas. Al igual que este, nos ajustaremos a las oportunidades disponibles para vivir y disfrutar las fiestas", reitera.
Es consciente de que el 'boom' de los últimos años de blusas y neskak complica y alarga algunos actos. En especial, la kalejira. Pero también constata que "Vitoria está creciendo y mucha gente quiere entrar en cuadrillas. Las que hay están llenas y con mucha lista de espera".
Por eso, no le extrañaría que, de seguir la tendencia actual, en los próximos años vayan surgiendo otras nuevas. "Y habrá que buscar soluciones y alternativas para organizar las actividades, porque todo el mundo tiene derecho a disfrutar igual que los demás", defiende.
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