Cuidadores de mascotas en Vitoria: ¿quiénes son?

14 abril, 2023

Mónica, Maialen, Irati y Yoddy nos cuentan sus historias como cuidadores de mascotas en Vitoria-Gasteiz

Unas vacaciones, un viaje de trabajo, una excursión o, simplemente, una consulta médica. Actividades que, por lo general, requieren de una previsión y organización logística. Más aún para los dueños de mascotas, obligados a planear con quién dejarlas en caso de no poder, o no querer, llevarlas consigo.

Familiares y amistades pueden ser una primera opción, no siempre disponible. Y las residencias caninas, aunque no abundan en Vitoria-Gasteiz, también constituyen una alternativa. Pero hay quien quiere una atención más cercana y personalizada, a la vez que garantista. Y es ahí donde entran en juego los cuidadores de mascotas. Las caninas sobre todo, aunque la mayoría no cierran puertas a atender a otros animales.

Cuidadores mascotas Vitoria

Por un precio determinado, que puede oscilar desde los 8-15 euros de un paseo hasta los 15-40 por alojamiento, según cada cuidador, pasean perros, los cuidan, atienden, alimentan, juegan con ellos y, en función de la situación personal, hasta los alojan. Un servicio que en muchos países europeos y en Estados Unidos está muy extendido. También en las capitales españolas más pobladas. Pero aquí en Vitoria-Gasteiz, por ahora, no es tan habitual.

Apps y carteles para publicitarse

Las app han hecho posible su expansión y la mayoría se dan a conocer a través de servicios como Rover o Gudog, cuyo funcionamiento es muy similar a otras aplicaciones como BlaBlaCar o AirBnb. También hay quien utiliza la vieja usanza y recurre a los carteles callejeros para publicitarse. Trabajadores a tiempo parcial o completo, desempleados, estudiantes, casados, con hijos, solteros... Diferentes perfiles con algo en común: su amor por los animales. Estas son algunas de sus historias.

Para Mónica, los animales son "mi pasión, me gusta estar con ellos"

Mónica descubrió la aplicación Rover (antes era Dogbuddy) hace casi 5 años. Buscaba atención y cuidados para Wizard, su Golden ya mayor. "Me encajaba mejor que una residencia, porque así estaría él solo o, como mucho, con el perro del dueño", introduce.

Tras 15 años en la familia, Wizard murió en 2021. Y Mónica volvió a la app, pero en esta ocasión como cuidadora. "Nunca hemos vivido sin perro, y queríamos disfrutar un poco de nuestra vida en familia sin uno. Pero yo quería seguir teniendo contacto con animales, y de esta forma me quito el mono. Es como un sobrino, están unos días y luego se marchan", reconoce. Para ella los animales son "mi pasión, me gusta estar con ellos. Como dice mi hija, se me dan bien".

Cuidadores mascotas Mónica Vitoria

Mónica descubrió este servicio como dueña de Wizard y ahora es cuidadora.

De administrativa a auxiliar veterinaria

Presente tanto en Rover como en Gudog, no le faltan reclamos. Ella acoge perros, ya sea por unas horas (servicio de guardería diurna) o por uno o varios días (alojamiento). Y como su pasión es también su trabajo, no tiene problemas para compaginarlos. Porque Mónica, hace no mucho, era administrativa en una empresa en Júndiz. Pero un buen día se arriesgó, dio un cambio "radical" a su vida y apostó por lo que de verdad le gustaba. Estudió Auxiliar de Veterinaria "porque la carrera, hoy por hoy, no se puede hacer online al ser muy práctica" y diversos cursos. Entre ellos, uno de técnico para terapias con animales.

Los cuidadores suelen quedar antes con los dueños para que los perros puedan conocerlos

Con los nuevos conocimientos, ha conseguido teletrabajo con una veterinaria, "lo que me permite estar todo el día con los perros, no se quedan solos en ningún momento". Ella los cuida, lava, alimenta, juega y atiende como si fueran suyos. "Los dueños traen todo y me indican cuándo comen, qué cantidad, qué les gusta... Porque hay perros para todo, como las personas, con sus manías y costumbres", asegura.

Cuidadores mascotas Vitoria Mónica

Por eso suele gustarle quedar con los propietarios unos días antes, para conocerse en persona y tener una primera toma de contacto con el animal. "Que me vea, me huela y oiga, vea que soy amiga de sus dueños... que no se les haga extraño. Si no, sería muy frío, dejarlos sin más. Y esto es un servicio de tú a tú", explica. Y son precisamente esa cercanía y atención personalizadas las que, en su opinión, diferencia estos servicios de las residencias. "Tu perro está solo y toda la atención es para él, como cuando está en su casa", insiste.

Las app facilitan un primer contacto pero, si se repite, suele mantenerse a nivel particular

Porque Mónica, por lo general, solo aloja un perro a la vez. Dos en el caso de que sean de la misma familia o se conozcan "porque hemos probado con algunos que no se conocían y al final ellos se ponían nerviosos y mis hijas también". Ellas, con 12 años, también disfrutan de esta faceta materna. "Están encantadas, más que con Wizard, les hacen mimos y, cuando se va uno, ya están deseando ver quién es el siguiente", sonríe.

Cuidadora mascotas Vitoria Mónica

Las hijas de Mónica también juegan y se encariñan con los perros que alojan.

Los cuidadores, poco conocidos

Muchos son ya habituales, aunque Mónica reconoce que, en general, la gente desconoce la existencia de estas app y, por tanto, de los cuidadores de mascotas. "Está bien para anunciarte, pero si luego hay algún percance, no hay seguros de accidentes por si pasa algo en casa del cuidador, solo por si le pasa algo al perro. En ese sentido, se queda un poco corto", lamenta. Es consciente de que las aplicaciones deben obtener un beneficio. "Se llevan el 15% de comisión del dueño y del cuidador y, como las tarifas las ponemos nosotros, eso te obliga a incrementar un poco el precio para quedarte con lo que quieres ganar", confirma.

"Para cuidar gatos, es mejor acudir tú al domicilio, llevan fatal estar en casa de otras personas"

Por eso, aunque algunos primeros contactos los consigue con las aplicaciones, si se repiten, suelen ser ya a nivel particular. También el boca a boca le funciona bien, incluso ha atendido canes de gente que ha venido a pasar el día a Vitoria-Gasteiz. "Desde diciembre no hemos parado, hay bastante demanda", agradece. De momento, tiene claro que seguirá con estos servicios, y no descarta ampliar el tipo de mascotas. Aunque los gatos no entran, en principio, en su radar. "Mi marido los lleva peor", confiesa sonriendo.

Cuidadora mascotas Mónica Vitoria

En casa de Mónica solo acogen, por lo general, un perro cada vez.

Maialen, en cambio, sí ha cuidado alguna vez a alguno de estos felinos caseros. En ese caso, la logística difiere de la atención canina. "Tienes que acudir tú a su domicilio. Los gatos llevan muy mal, fatal, el estar en casa de otras personas, y más si son desconocidas. Se estresan mucho y les salen enfermedades", enumera. Así que, cuando los dueños de gatos han solicitado su ayuda, esta gasteiztarra de 23 años se ha desplazado a su hogar "cada dos o tres días para darles comida y agua, cambiarles el arenero y jugar un ratito con ellos".

Cuidadores mascotas Vitoria Maialen

Maialen disfruta de estar 24/7 rodeada de animales, en el trabajo y en casa.

La mayoría de solicitudes, para perros

Si se tercia, conejos, cobayas, hurones y pájaros tampoco le suponen ningún problema. "Pero pitones, por ejemplo, no", admite entre carcajadas. Pese a su amplio listado, en el año que lleva apuntada en Rover como cuidadora han sido los perros los que más han copado su tiempo. En su caso son los fines de semana, puesto que trabaja en turno partido en una clínica veterinaria de lunes a viernes.

"Mantienes contacto continuo con los dueños: para fotos, resolver dudas...", explica Maialen

Fue precisamente allí donde oyó hablar por primera vez de esta posibilidad. "Vino una clienta y me comentó que la chica que le iba a cuidar al perro ya no podía. Me llamó la atención. Entonces pensé que qué cosa más rara", reconoce sin tapujos. Poco después, una profesora le comentó "que tenía a su perra paseando con la cuidadora canina. Ahí me llamó la atención del todo e indagué a ver qué era todo eso. Pregunté por la app y me animé a probar".

La experiencia, hasta el momento, ha sido muy satisfactoria. Tanto por su parte como, considera, por la de los dueños. "Dejarnos su mascota les da más tranquilidad, saben que están como en una casa y tienen contacto continuo contigo, les mandas fotos, solucionas rápido cualquier duda... Todo es muy cercano", agradece.

Eso sí, coincide con Mónica en que, para dedicarte a cuidar animales "te tienen que gustar y conocer su mundo. Si no, se tiene que hacer muy pesado, pasar tanto tiempo con ellos y no tener ese vínculo es duro".

No es su caso. Siempre ha tenido "muchos perros" y ha llegado a pasear "a cinco a la vez, si son obedientes, claro". Aunque tres es su número idóneo. "Me las arreglo sin problema. Pero hay perros que son hiperactivos, que necesitan atención exclusiva y se la doy", indica. "Cada animal tiene sus rutinas, alergias, alimentación, medicación... Y yo los cuido como si fueran míos", garantiza.

Cuidadora mascotas Vitoria Maialen

A Maialen no le importa cuidar de varios perros a la vez, al contrario.

"Vi accidentes y cómo se quedaban los perretes y me abrió el corazón", desvela Yoddy

El ser cuidadora le permite conocer a numerosos perros, lo que le entusiasma y le ayuda también en su trabajo. Además, con ellos puede aplicar los conocimientos adquiridos como adiestradora canina. "Sobre todo conozco mejor su conducta, por dónde van a tirar... Es un puntazo, estoy con perros 24/7, en el trabajo y fuera", se entusiasma. ¿Y qué opinan en su casa? "Vivo con mi pareja y al principio él no era tanto como yo. Pero él tenía una perra, yo otra y nos encanta todo esto, disfrutamos mucho el tiempo con los animales, salir por ahí y verlos corretear", asegura.

Trabajo de verano... y de todo el año

Los paseos por los parques de Vitoria son también los momentos que más disfrutan Irati y Yoddy. A sus 18 y 20 años, respectivamente, esta joven pareja se ha animado este verano a probar esta experiencia. Han aprovechado el kit kat en sus estudios para disfrutar de su amor por los animales y, de paso, "sacar un dinerillo".

Cuidadores mascotas Vitoria Yoddy e Irati

Irati y Yoddy, en uno de sus paseos con los perros que cuidan.

"De pequeño tuve un boxer. Y también he cuidado a los perros de algún amigo. Así que le propuse la idea a Irati. A ambos nos gustan los animales y nos lanzamos", explica Yoddy, técnico en emergencias sanitarias que se forma ahora como auxiliar de enfermería. El mundo de los cuidados y la salud le entusiasman. Precisamente fueron algunas experiencias durante su trabajo en ambulancias las que le animaron a cuidar animales. "Vi algunos casos de accidentes y cómo se quedaban los perretes, me abrió el corazón. No descarto en un futuro estudiar Veterinaria", reconoce.

Así que hace unas semanas se inscribieron en Gudog y, además, colocaron numerosos carteles por las calles de Vitoria con sus contactos para darse a conocer. "Nos hemos dado cuenta de que, realmente, muy poca gente conoce estos servicios, sobre todo la aplicación. Por Gudog, para hacer pagos es más lento, a veces la notificación no llega o no la ves al momento...", señala Yoddy. "Pero si tú me envías un WhastApp, me dices qué perro tienes y qué necesitas, te contesto enseguida, me haces un Bizum... Todo es más rápido, directo y fácil", apunta.

Cuidador mascotas Yoddy

Y el sistema les funciona. De momento, cada uno de ellos cuida a varios perros. Sobre todo, para pasearlos. Sus pisos son pequeños y no tienen posibilidad de alojamiento. "Aunque si nos piden servicio de guardería, que nos los quedemos durante unas horas, sí podemos atenderles", añaden. "Y el día se me pasa volando", apostilla Irati.

Tampoco tienen preferencia por raza alguna. Incluso se atreven con las peligrosas. Pero solo con cachorros de menos de un año. "Al año, para poder pasearlos, si no eres su dueño, tienes que sacarte un título psicotécnico y ya es más complicado", confirman.

"Yo estoy muy a gusto, los clientes son amables y respetuosos y los perretes un amor. Aunque nunca he tenido uno, estoy viviendo el sueño de estar con ellos y, cuanto más tiempo, mejor", sonríe ella. Por ahora, disfrutan de este tiempo libre en buena compañía y, cuando empiecen sus respectivos cursos, planean reorganizar sus horarios de estudio para continuar con estas tareas todo el año.

Articulo publicado por primera vez el 22 de agosto de 2022 en Gasteiz Hoy