Denuncian que un agresor sexual comparte colegio con su víctima
Una menor víctima de agresión sexual comparte colegio con su agresor condenado, y la familia pide que cambie de colegio
"Es imposible mantener una distancia de 10 metros en un colegio". Quien habla es la madre de una menor víctima de agresión sexual. La víctima comparte colegio con su agresor, ya condenado. La agresión se produjo en las piscinas de Mendizorrotza en 2023, y el juzgado dictó entonces una orden de alejamiento de 10 metros durante 16 meses. El condenado tenía entonces 14 años y la víctima 13.
Esta orden de protección, sin embargo, decayó el pasado viernes, con lo que actualmente no hay ninguna orden vigente, a la espera de la decisión que tomen los juzgados.
Hace unos días tuvo lugar una vista en la Audiencia Provincial de Álava, en la que la acusación pidió ampliar a 200 metros la distancia, lo que implicaría que el menor tendría que cambiar de colegio. Es lo que quiere la familia, y lo que recogieron asociaciones como Clara Campoamor o el Movimiento Feminista. La defensa, sin embargo, pide eliminar cualquier orden de alejamiento.
Encuentros en los pasillo y el patio
Durante el curso pasado ambos compartieron colegio, y en varias ocasiones se cruzaron por los pasillos, quebrantando la orden de protección. La familia denuncia que esta medida de protección es insuficiente. Y, de hecho, es prácticamente imposible de cumplir cuando uno y otra comparten colegio. "Ambos están en el mismo pasillo y el patio es el mismo para todo el mundo", sostiene la madre de la víctima.
La familia también lamenta la actitud de Educación, aunque tanto el colegio como el Departamento se agarran a la sentencia, que únicamente establecía hasta ahora una distancia de 10 metros.
La víctima sigue en tratamiento psicológico, y la familia denuncia que no exista ningún protocolo a seguir por parte del colegio. Ahora será la Audiencia Provincial de Álava la que decida si atiende las reclamaciones de la víctima o, por el contrario, uno y otro siguen compartiendo colegio.
Mugimendu Feminista aseguraba en julio: "No entendemos la decisión de no impulsar el cambio de escuela del agresor, cuando éste ha sido el procedimiento habitual en otros casos similares que conocemos. Estas medidas que reivindicamos se basan en el reconocimiento del dolor causado y el respeto al espacio de la adolescente".
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