25 multas por romper el toque de queda y 14 por no llevar mascarilla

2 noviembre, 2020

8 personas fueron identificadas por estar juntos en una habitación de un hotel

La Policía Local ha emitido 51 propuestas de sanción durante el fin de semana por incumplir las restricciones impuestas por el coronavirus.

Policía Local multó a 25 personas que se saltaron el toque de queda. Fuentes policiales explican que estas sanciones se impusieron a personas que habían incumplido claramente el toque de queda y no tenían ninguna justificación para estar por la calle a esas horas.

Hubo también otras 14 sanciones a personas que no llevaban mascarilla. En uno de ellos, fue detenido un joven de 22 años por desobediencia y arremeter contra los agentes que denunciaron su actitud.

Hubo otras dos denuncias a hosteleros por permitir la presencia de gente sin mascarilla en sus establecimientos. y otras 2 a personas por fumar sin mantener la distancia de seguridad de 2 metros.

8 personas se habían reunido en una habitación de un hotel

Además, Policía Local acudió a un hotel de Ariznabarra, donde descubrieron que había 8 personas compartiendo una misma habitación. Se habían reunido en la habitación de un hotel de la calle Teodoro González de Zárate (Ariznabarra), sobrepasando el número máximo de 6 personas permitido.

Durante el fin de semana, Policía Local también estableció controles en las salidas de la ciudad. En estos controles no se impuso ninguna multa, aunque sí se pidió a algunos conductores que regresasen a Vitoria-Gasteiz. Está permitido salir de Vitoria-Gasteiz por "razones socioeconómicas" y para "hacer ejercicio físico al aire libre", así como para otras excepciones.

8 menores fueron identificados por hacer botellón en Yurre

Por otra parte, los agentes de Policía Local actuaron en dos botellones con menores y adolescentes, en Yurre y Txagorritxu. En el primero fueron identificados 8 menores y en el segundo 5 jóvenes.

Policía Local mantiene un dispositivo de vigilancia también en los Polígonos Industriales, Patrullas policiales intentan evitar que grupos de personas se concentren en naves industriales para celebrar sus propias fiestas o botellones.