El Alavés confirma su metamorfosis ganando a Las Palmas

8 diciembre, 2017

Los albiazules hicieron disfrutar a Mendizorroza con goles de Ibai y Munir

Apenas cinco días han bastado para que el Deportivo Alavés se muestre como un equipo totalmente opuesto a lo visto en los tres meses anteriores. La victoria frente a la UD Las Palmas es la segunda consecutiva de un equipo que, a manos de Abelardo, ha recuperado la confianza en sí mismo. El 2-0 supuso este viernes la primera fiesta de la temporada en Mendizorroza, que albergó a más 18.500 aficionados inmunes al frío.

El Alavés se sitúa ya con 12 puntos, a solo tres de los 15 que tiene el Depor, último equipo que se salvaría a día de hoy. Son además varios los conjuntos que están apretados en la zona final de la tabla: cinco puntos separan al Athletic (13º) del Alavés (18º) tras 15 jornadas de liga.

Burgui fue uno de los babazorros más destacados. Autora: Leire Arberas

Los goles de Ibai y Munir fueron la guinda del pastel. Detrás estaba un conjunto engrasado, con hambre de balón y con sus hombres de calidad (los nombrados más Pedraza y Burgui) desbordando como nunca antes en este curso. Los tres puntos también tienen un valor añadido por conseguirlos ante un rival directo como el cuadro canario. Con 12 puntos los vitorianos adelantan a Las Palmas y encabezan la puerta a la salvación empatados con el Deportivo de la Coruña, que todavía tiene que jugar este fin de semana.

A pesar de las bajas temperaturas, a los albiazules no les costó nada entrar en dinámica de partido. En los primeros minutos se dedicaron a generar las primeras ocasiones en la portería canaria, sobre todo por medio de un Pedraza que por fin disfrutaba de la titularidad. Se estaba viendo al Alavés más agresivo de la temporada, con una presión constante a la zaga rival que permitió robar algunos balones. Las Palmas apenas podía superar el medio campo.

La primera gran opción de marcar llegó en el minuto 20 de partido. Una arrancada de Martín por la derecha finalizó en un remate de Munir que se desvió de la portería rival por poco. El canterano se está destapando como la gran sensación de la plantilla en los últimos encuentros.

  • Sentencia Ibai

Pero esto solo sería un aviso. Tres minutos después Ibai estrenó el casillero para los vitorianos. Pedraza se internó en el área por la banda izquierda e intentó batir a Lizoaín, que desvió el disparo. Pero ahí estaba el bilbaíno, con el olfato goleador aún agudizado del duelo en Girona, para marcar a placer en el rechace. Una vez por delante en el marcador, los de Abelardo bajaron la intensidad y dejaron a Las Palmas una salida de balón algo más sencilla.

El mayor susto llegó cuando un choque entre Duarte y Oussama, que acabó con ambos doloridos y con un penalti no pitado a favor de los canarios. Acabaron teniendo la suya en un golpeo de falta directa que desvió Pacheco en la recta final de la primera parte. Algo antes había vuelto a avisar Ibai Gómez con otros dos lanzamientos, confirmando su gran momento de forma. No obstante, los últimos minutos de la primera mitad fueron los más tranquilos hasta el momento.

La renudación siguió la misma tónica de antes del descanso. Un comedido Alavés se dedicaba a jugar balones en largo sin conceder el mínimo riesgo a sus rivales directos. La única manera que tenían estos de generar peligro era a balón parado.

La ofensiva formada por Munir, Pedraza, Burgui e Ibai demostró su auténtico potencial ante los canarios

Cuando más podían venirse arriba los visitantes llegó el segundo del cuadro alavés. La combinación Burgui-Pedraza, sinónimo de constante peligro durante la noche, acabó propiciando un centro de este último que aprovechó Munir para batir al meta rival en el primer palo. Minuto 55 de juego y Mendizorroza respiraba aliviada por primera vez en toda la competición.

Incluso pudieron redondear la noche con una goleada, pero el balón se negó a entrar por tercera vez. Primero la tuvo Maripán, Munir a puerta vacía y finalmente Christian Santos, que entró por el delantero hispano-marroquí. Incluso pudo caer un cuarto. Finalmente, la afición tuvo que contentarse con un 2-0 que aun así no reflejó la total superioridad del cuadro babazorro. No solo por méritos propios, también por un Las Palmas totalmente desdibujado en la segunda mitad.

El Deportivo Alavés, eso sí, había mutado definitivamente en un conjunto totalmente diferente. Los albiazules ya no se quedan rezagados en supropia área. Se respira la intensidad en el césped, con los ánimos renovados y una asfixiante presión como bazas para lograr la hazaña de permanecer en Primera.