Urtaran anuncia el derribo de las viviendas de Avenida de Olarizu

7 marzo, 2019

Ensanche 21 deberá primero adquirir la única vivienda que aún no le pertenece, y que está en manos de una entidad financiera

El Ayuntamiento derribará las 123 viviendas de Avenida de Olarizu construidas hace medio siglo, tal y como estaba previsto desde hace una década. Así se lo comunicó este mismo miércoles el alcalde Gorka Urtaran a los vecinos de esa misma vía. Los vecinos de los pisos de enfrente (construidos hace un lustro) han exigido el derribo para acabar con la inseguridad. De hecho muchos de los vecinos que ahora viven en estas casas fueron en su día propietarios de las que deberían derribarse.

El alcalde acudió a visitar los pisos ocupados, donde además alguno de los ocupas se encaró con Urtaran. El propio Urtaran reconoció que en los últimos cuatro meses estos pisos "se han deteriorado exponencialmente". Mientras se inicia el desalojo de los ocupas y se termina de comprar todas las viviendas se tapiarán las ventanas y se cortará la luz y el agua de la zona.

viviendas avenida olarizu okupadas

Estado de las viviendas de Avenida de Olarizu

La entidad propietaria pedía 135.000€, pero ahora piden 90.000€

Este derribo debe ser autorizado en Ensanche 21, aunque para ello hay que cumplir un último paso: adquirir la única vivienda de dichos edificios que no es de Ensanche 21. Otras dos están pendientes de últimos flecos en el acuerdo.

Todas las viviendas menos una pertenecen a la sociedad municipal. Y esta única es de una entidad financiera. El alcalde asegura que ha intentado desde hace tiempo cerrar este acuerdo de compra, pero denuncia que ni PP ni EH Bildu han querido aceptar la compra de este piso. El PP supeditaba la compra a que hubiese un derribo, algo que ahora sí parece que ocurrirá. La entidad pedía inicialmente 135.000€, aunque ha bajado sus pretensiones y parece que ahora estaría dispuesta a vender el piso por 90.000€.

Este mismo mes Urtaran llevará a Ensanche 21 la propuesta de compra de este piso y, al mismo tiempo, la licitación del derribo de las viviendas. Es el proceso que quieren los vecinos: que se cumpla con lo establecido desde que comenzaron las expropiaciones de estas viviendas. El proceso ha costado 20 millones de euros y para el que, según cálculos de Urtaran,

Urtaran reconoce que el estado de las viviendas es "intolerable. El estado en que los ocupas están dejando estas viviendas es sobrecogedor y no vamos a permitir que sigan perpetuando un declive que el Ayuntamiento podría haber frenado hace años si PP y EH Bildu hubieran apoyado las medidas que hemos ido poniendo sobre la mesa". El alcalde ve el derribo como única solución, aunque aún pasarán varios meses hasta que se puede hacer realidad: unos 6-8 meses para el desalojo y para el proceso de derribo.

Los vecinos mostraron su optimismo con este anuncio del alcalde, y realizaron un emplazamiento al PP: "Exhortamos al Partido Popular a que cumpla su compromiso expreso y reiterado en varias ocasiones de no bloquear la compra de la vivienda que queda si el objetivo de su adquisición era la demolición. Ante la declaración expresa del alcalde de votar el derribo de las viviendas, rogamos que el Partido Popular cumpla su compromiso antes citado".

viviendas avenida olarizu okupadas

Estado de las viviendas de Avenida de Olarizu

Aún pueden pasar muchos meses hasta que se derriben estos pisos. Mientras tanto el Ayuntamiento sigue con el proceso de desalojo judicial de quienes han ocupado estos inmuebles. Son personas que, desde 2012, han ido haciéndose un hueco en estos edificios. Su estado hoy es inseguro, al haber roto en ocasiones tabiques, puertas, ventanas y haber incluso robado cables.

Para evitar nuevas ocupaciones el Ayuntamiento tapiará todas las puertas y ventanas, para que posteriormente llegue el proceso de derribo del barrio.

El proceso de realojo de los vecinos de Avenida de Olarizu costó 20 millones de euros al Ayuntamiento. Fueron viviendas construidas al abrigo de empresas de la zona como Esmaltaciones, BH o Pemco. Aunque no estaban en mal estado, el Ayuntamiento ordenó su derribo dentro del proceso iniciado para renovar las viviendas construidas en los 50 y 60 en el entorno de Adurtza.

"Vamos a seguir actuando contra la ocupación ilegal en la ciudad, y especialmente en esta zona, denunciando cada ocupación según se conozca, promoviendo el desalojo de los ocupas y tomando las medidas necesarias para evitar que esas viviendas vuelvan a ser ocupadas", ha prometido el alcalde.